Relación entre generaciones
jóvenes participan en un campo de trabajo en la residencia mizpirualde de bergara
ESTRECHAR relaciones entre los jóvenes y personas de la tercera edad; tratar de hacer "un poco más agradable y amena" la vida cotidiana de los mayores, o recuperar y mantener la memoria histórica son solo algunos de los objetivos que se ha marcado el campo de trabajo que durante estos días se desarrolla en la residencia Mizpirualde de Bergara. Una alternativa diferente para disfrutar del verano en la que intervienen jóvenes llegados desde diferentes puntos del Estado.
Tienen entre 18 y 26 años y proceden de Bizkaia, Barcelona, Cádiz, Zaragoza, Madrid y Valencia. Cursan estudios en distintas especialidades, pero a todos les une el interés por compartir su tiempo e ilusión con los más de 100 ancianos que viven en Mizpirualde. Intercambio entre generaciones es el título de este auzolandegi, uno de los nueve organizados por el Gobierno Vasco para esta temporada estival, al que se han sumado por segundo año -la primera edición tuvo lugar en 2009- el Consistorio mahonero y la propia residencia. La iniciativa se repite dispuesta a volver a dejar un buen sabor de boca.
Andoni Elguero es de Portugalete y es la primera vez que se ha apuntado a un campo de trabajo. Afronta la aventura con "muchas ganas" y, sobre todo, dispuesto a sacarle rendimiento. "Mis estudios están relacionados con el trabajo social, y ¿quién sabe?, igual termino en una residencia. Me he inscrito con la intención de ir cogiendo experiencia", explicaba el lunes este joven de 21 años; el único chico de un equipo de nueve voluntarios que toman parte en el primer turno -hasta el 15 de julio - de este programa. Del 16 al 30 de julio habrá un segundo grupo. "Nunca había participado en un campo de trabajo de animación socio-cultural. Me quedé sin plaza en el de Lekeitio, que tenía las mismas características pero era en la costa -se ríe-, y he venido al de Bergara", indicó la catalana Mar Bonet.
acompañamiento y animación
También tiempo libre
Ejercicios de psicomotricidad; lectura de la prensa; juegos de mesa, paseos.... Los jóvenes dirigen un buen puñado de actividades de acompañamiento y animación. "Ellos -en referencia a las personas mayores- siempre han cuidado de nosotros; ahora nos toca ayudarles, prestarles atención y hacer que no se sientan solos", expusieron Jone Argintxona y Arantza Ormaza. La primera es la coordinadora del auzolandegi y la segunda ejerce de monitora junto a Jon Beñat Sánchez.
Alojados en uno de los inmuebles del gazteleku, su trabajo en Mizpirualde se centra de lunes a viernes de 10.00 a 13.00 horas. Por la tarde y los fines de semana, "realizaremos talleres, rutas de senderismo, visitas a Donostia, Tolosa o la Artzai Eskola de Oñati", detallaron.
Animar la rutina diaria de la residencia; fomentar las relaciones entre jóvenes y ancianos, y promover la participación activa de estos últimos para evitar su aislamiento son los propósitos de una forma diferente y muy útil de pasar el verano.