Donostia. El Ayuntamiento instalará dos nueva cabinas para acoger radares de velocidad en el paseo de Bizkaia y en la avenida José Elosegi. Estas dos instalaciones completarán las cinco colocadas el año pasado en Intxaurrondo (en las calles Sibilia, Fernando Sasiain y el paseo de Otxoki), Miramon y la avenida de Tolosa, así como la anterior situada en La Concha. Así, el Ayuntamiento rotará entre estas ocho cabinas los dos radares con los que cuenta en estos momentos.

El año pasado, con la colocación de las cinco nuevas cabinas, los responsables de Movilidad ya anunciaron que no se descartaba ampliar los dispositivos a puntos clave como la avenida José Elosegi. Finalmente han decidido hacerlo y está previsto instalar una de las dos nuevas cabinas sobre la mediana de separación en el número 191 de la citada avenida. Concretamente, se ubicará junto a la entrada al camino que lleva a Ulia, unos metros antes del Alto de Miracruz.

Sin embargo, la propia concejala de Movilidad, Maravi Dafauce, descartó hace unos meses la posibilidad de colocar otro radar de velocidad en el paseo de Bizkaia, cuando se le planteó esta posibilidad tras un accidente mortal en esa zona. Entonces Dafauce consideró que era una calle "muy semaforizada, con muchas interrupciones". En los últimos meses, sin embargo, han variado los flujos de tráfico de esta zona por la apertura de los dos nuevos puentes y los cambios circulatorios efectuados en la zona de Amara y parece que el Consistorio ha cambiado de opinión. Colocará finalmente una nueva cabina en el número 2 del paseo, en el cruce con la calle Parque y unos metros antes del puente de Mundaiz. En este caso, está previsto colocar la cabina sobre el jardín lateral izquierdo del paseo, al otro lado de la orilla del río.

Ésas son, al menos, las previsiones que maneja el departamento de Movilidad para ubicar las dos nuevas cabinas que la Junta de Gobierno de la semana pasada decidió encargar. Destinará, para ello, 35.600 euros, que incluyen, también, su instalación y puesta en marcha.

Respecto a los plazos, de momento, el Consistorio ha abierto el concurso público correspondiente para que las empresas interesadas presenten sus propuestas y el proceso de adjudicación se prolongará varios meses. A partir de ahí, la empresa contratada tendrá un máximo de seis meses para colocar las cabinas, por lo que es probable que éstas estén instaladas a principios del próximo año.

reducción importante Tras un periodo en pruebas, unos meses después de la puesta en funcionamiento de los radares en las cinco nuevas cabinas el año pasado, el director de Movilidad, Gerardo Lertxundi, confirmó que los resultados estaban siendo muy positivos y que el porcentaje de vehículos que superaban los 50 kilómetros por hora máximos establecidos había bajado hasta el 5%. Antes de la puesta en marcha de los medidores de velocidad y sus correspondientes sanciones, aproximadamente el 30% de los conductores superaba el límite establecido.

Además de los radares de velocidad, el Ayuntamiento contempla también la colocación de nuevos dispositivos que detecten a los vehículos que se salten un semáforo en rojo. De momento, ha habido uno funcionando a modo de prueba en el Alto de Miracruz, que continuará de manera efectiva. Pero también está previsto instalar tres radares más de este tipo en ubicaciones aún por confirmar. Los actuales responsables de Movilidad barajaban colocar uno de ellos, precisamente, en el paseo de Bizkaia, en la zona en la que finalmente colocarán una cabina con un radar de velocidad.

Las otras dos zonas en las que podrían colocarse los dispositivos para detectar a quien se salte los semáforos en rojo podrían ser Errotaburu (El Antiguo) y la avenida de Navarra (Gros).