Donostia. Las trabajadoras de ayuda a domicilio de Donostia esperan que el Ayuntamiento interceda para retomar las negociaciones con la empresa Clece y evitar así los nuevos paros parciales convocados para los días 20, 23 y 26 de abril, que coinciden con Semana Santa. Las empleadas de Clece llevan meses protestando y reclamando la mejora de sus condiciones laborales. Tras los paros parciales, han convocado una huelga indefinida a partir de mayo si no se retoman las conversaciones para elaborar un nuevo convenio.

Es el Ayuntamiento quien ha subcontratado a Clece el servicio de ayuda a domicilio, de ahí que las trabajadoras se hayan concentrado en sucesivas ocasiones frente a la casa consistorial para reclamar a los responsables municipales que medien ante la empresa para desbloquear la situación. Finalmente, consiguieron que la semana pasada el alcalde, Odón Elorza, acompañado por la delegada y la directora de Bienestar Social, se reuniera con el comité de empresa de Clece. "Nos dio su palabra firme de interceder ante la empresa", explicaron ayer las trabajadoras, que confirmaron que el alcalde reconoció que las condiciones establecidas en su convenio son "míseras".

huelga en semana santa Así, esperan que esa mediación llegue antes del 20 abril, jornada en la que arrancarán una nueva tanda de paros parciales que coincidirán, además, con Semana Santa. Concretamente, la convocatoria de estas huelgas corresponde a los días laborables intercalados con los festivos: han llamado al paro la víspera de Jueves Santo y el martes posterior al Lunes de Pascua, además del sábado 23. Eso significa que entre los días de huelga y los festivos (jueves y viernes santo, domingo y lunes de pascua) el servicio no se prestaría con normalidad en siete días, desde el 20 hasta el 26, ambos incluidos. Esa situación tendría repercusiones importantes en el servicio que prestan en la actualidad unas 400 trabajadoras a casi 1.800 personas mayores y dependientes en Donostia.

En la reunión con el alcalde también consiguieron su compromiso para garantizar que las condiciones de las trabajadoras serán mejores en la próxima adjudicación del servicio de ayuda a domicilio. Es decir, se exigiría a la empresa seleccionada que sus empleados tengan unas condiciones laborales mínimas. De momento, sin embargo, la Junta de Gobierno del Consistorio aprobó el pasado viernes una prórroga del contrato que mantiene con Clece por un año más, pero prevé convocar ese nuevo concurso para volver a adjudicarlo en 2012.

Hasta entonces, las trabajadoras continuarán con las movilizaciones para intentar negociar un nuevo convenio con Clece, con el objetivo de igualar las condiciones recogidas en el acuerdo firmado para las residencias de la tercera edad de Gipuzkoa. Demandan un incremento salarial y otro tipo de mejoras. Denuncian, por ejemplo, que se les exija una disponibilidad de doce horas y se les paguen seis de trabajo y afirman que tienen salarios un "25% menores que los de otras compañeras que trabajan en empresas municipales subcontratadas". También denuncian que son las trabajadoras de ayuda domiciliaria que "menos salario perciben en Gipuzkoa".

Apoyo Con ese objetivo convocaron una primera tanda de paros parciales en otoño y en febrero retomaron las protestas, que podrían concluir con la citada huelga indefinida si no hay un avance antes del próximo 30 de abril.

Hasta el momento, las trabajadoras han secundado mayoritariamente las movilizaciones, aunque han mantenido los servicios mínimos que incluyen la atención a los grandes dependientes y los servicios básicos de ducha, medicamentos y comida al resto. Insisten, de todos modos, en que su objetivo no es perjudicar a esos usuarios y que, incluso, muchos de ellos les han mostrado su apoyo.