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Centenares de personas inauguran el Jardín de la Memoria

Música, bertsos y baile dan la bienvenida al nuevo parque de riberas de loiolaLa ministra Leire Pajín y Maixabel Lasa acompañan en la inauguración oficial al alcalde, Odón Elorza

Donostia. Centenares de donostiarras inauguraron ayer los caminos y plazas del Jardín de la Memoria, el nuevo parque de Riberas de Loiola. El espacio, diseñado por Lur Paisajistak, pretende ser un lugar de recogimiento y recordar la memoria de las víctimas de guerras y todo tipo de violencia.

Los donostiarras que entraron por primera vez en este nuevo espacio verde comprobaron que, gracias a las dunas que rodean el jardín, es posible aislarse del ruido y la imagen de trenes y coches que circulan por los alrededores. En su lugar, eran las voces de los nuevos visitantes y las de los niños que jugaban en las también nuevas pistas deportivas las que llenaban el espacio. El jardín pretende ser sobrio y limpio, de ahí que no haya ni colores estridentes ni plantación excesiva: sólo caminos, el verde de los árboles y de la hierba (aún sin crecer en algunas zonas), y el blanco de las flores elegidas para decorar el parque, con reminiscencias japonesas.

La inauguración oficial del jardín tuvo lugar ayer, poco antes del mediodía. Fue el alcalde, Odón Elorza, quien abrió el acto, reivindicando que el parque sea "un claro testimonio de San Sebastián hacia todas las ciudades del mundo que han sufrido y sufren la violencia". Junto a él estuvieron la directora de Atención a las Víctimas del Gobierno Vasco, Maixabel Lasa, y la ministra de Sanidad, Leire Pajín, quien consideró que el nuevo parque es un espacio "cargado de simbolismo y de valores".

Tras las palabras de los representantes políticos, se abrieron físicamente las puertas del jardín para los ciudadanos y en los distintos espacios del parque el acto de inauguración continuó con música clásica (con un violonchelo), danza y también con los bertsos que ofreció Xabier Euzkitze.

DÍA INMEJORABLE Los más de 20 grados y el sol que regaló la mañana de ayer hicieron que, una vez que las autoridades dejaron el parque, los donostiarras continuaran disfrutando de este nuevo espacio verde.

Además de ser lugar de recreo, el jardín permite también comunicar Amara y Riberas, con caminos totalmente accesibles para las personas con movilidad reducida.

Está previsto que estas 2,2 hectáreas de terreno tengan continuación por encima de las vías de EuskoTren en una segunda fase del proyecto, para alcanzar las 3,4 hectáreas totales que llegarían hasta las inmediaciones de la plaza Irun.