Las autoridades donostiarras advierten de que una nueva y peligrosa brigada está a punto de llegar al barrio de Benta Berri. Son los oteros, que a golpe de multa tienen atemorizados a la mayoría de los conductores de la capital guipuzcoana. Ahora, inmersos en el estudio de nuevas calles que apatrullar, mantienen ocupados a los los pintores de asfalto que, brocha gorda en mano, reivindican como propio el territorio de los antiguotarras.

Han pasado dos meses desde que se adjudicara a Eysa la ampliación del aparcamiento de pago a Lorea, Benta Berri, Errotaburu, los polígonos industriales de Miramon, Zuatzu, Igara y el campus de Ibaeta, y desde que comenzaron las movilizaciones que, finalmente, han conseguido suspender la implantación de la OTA en los parques empresariales hasta la realización de sendos estudios de movilidad. Dos de las tres mensualidades que tenía de plazo la adjudicataria para dar comienzo al servicio. Y aunque también se ha intentado eludir la OTA en las otras zonas amenazadas, Eysa sigue fiel al contrato pactado con el Ayuntamiento.

De este modo, las odiadas rayas azules ya han comenzado a vislumbrarse sobre el asfalto de Benta Berri. Además, a lo largo de esta semana la empresa adjudicataria ha ido depositando en los parabrisas de la zona un panfleto informativo. En él, se explica a los conductores cuáles serán las zonas afectadas, cuál será la tarifa elegida para cada zona y la clase de ventajas con las que contarán cierto tipo de vehículos.

Por ejemplo, en las zonas universitarias, los alumnos con carné de estudiante podrán aparcar durante cinco horas por un precio más reducido al habitual. Pero si se da el caso de que ese conductor trae consigo, como mínimo, dos estudiantes más (para fomentar el uso del coche compartido), con los tres carnés podrá requerirse una tarifa mucho menor, que permitirá, además, estacionar durante más tiempo.

LA PRÓXIMA SEMANA

LAS MÁQUINAS, A PUNTO

También se reservarán ciertas plazas para los trabajadores de la UPV, las cuales estarán valladas. Las calles Karmelo Etxegarai y Resurrección María de Azkue, sin embargo, pasarán a tener OTA de tarifa especial (la más cara y la que busca fomentar la rotación pura), donde solo se podrá parar durante hora y media como máximo, aunque se permitirán quince minutos de estacionamiento gratuito pidiendo un tique en el parquímetro.

Así que, teniendo todo ya pintado y explicado, ya solo queda esperar a las máquinas recaudatorias. La demora no parece que vaya a ser excesiva, pues será la semana que viene cuando comiencen a colocarlas. A partir de entonces, habrá un periodo de entre dos y tres semanas para que empiece a aplicarse la normativa, aunque desde Eysa no han querido preocupar en exceso a los vecinos y han aprovechado para tranquilizarlos: "Al principio seremos blandos".