zarautz. La zumaiarra Onintza Korta realiza sus prácticas desde el pasado octubre en la biblioteca Sanz Enea de Zarautz. La joven con discapacidad intelectual puede llevar a cabo este trabajo gracias a la oportunidad que le brinda el programa Pauso berriak impulsado por Grupo Gureak, en colaboración con Atzegi. Así, el Ayuntamiento zarauztarra y Grupo Gureak acaban de firmar un acuerdo para que la vecina pueda desarrollar sus prácticas durante un año en Sanz Enea.

Sus compañeras de la biblioteca se muestran muy contentas con Onintza, "por las ganas de aprender que demuestra". La vecina por su lado, explica que vive en el faro de Zumaia y acude todos los días en tren a Zarautz, acompañada de su bicicleta. Con gran ilusión, la joven, con la ayuda de la preparadora laboral Anaida Egibar que le acompaña durante este mes para formarla, se encarga de forrar libros, ordenar los ejemplares que se encuentran fuera de las estanterías o el mantenimiento y limpieza, la sustitución de cajas de CD y DVDs y la colocación en los materiales de bandas protectoras, aunque lo que más le gusta es "sacar fotocopias".

por la igualdad "Este convenio es algo más que un acuerdo entre Grupo Gureak y el Ayuntamiento. Es algo que permitirá a Onintza demostrar su capacidad de trabajo. Ofreciendo así una igualdad de oportunidades para estas personas. Onintza es un claro ejemplo de que hay tareas para poder desarrollar por estas personas", detalla la coordinadora de prácticas de empleo de Grupo Gureak, María José Astrain.

"Conozco a Onintza de los viajes que realizamos a Lourdes para ayudar y estoy contenta de poder dar una mano a una amiga. Su trabajo será de gran ayuda en la biblioteca municipal. Es una chica con muchísimo fundamento", indica la concejala de Cultura, Arantza Iturria.

El programa Pauso berriak ofrece a las personas con discapacidad intelectual realizar prácticas tanto en organismos públicos como en privados. Esta iniciativa cuenta ya con 33 beneficiarios y otras quince personas están a punto de arrancar sus prácticas como Onintza. Así, unas cincuenta echarán a andar en los próximos meses. "Esperamos que haya un final feliz de estas experiencias", subraya Astrain.