nATURALEZA, ocio y deporte son tres ingredientes que ofrece a la carta el embalse de Urkulu. La joya natural situada a casi tres kilómetros de Aretxabaleta renueva su imagen. Y lo hace gracias al ambicioso proyecto en el que se han embarcado el Consistorio y la Fundación Naturgintza con el objetivo de potenciar sus múltiples recursos.
El variopinto plan de recuperación del pantano está a pleno rendimiento. A las actuaciones ya acometidas les seguirá en los próximos días la puesta en marcha de los trabajos para construir un nuevo tramo de bidegorri, en este caso adaptado, que dará continuidad al carril rojo de las mismas características que tras el verano se inauguró entre el cruce al barrio de Areantza y la carretera de acceso a Goroeta.
El itinerario peatonal que bordea el embalse ganará, de este modo, un nuevo recorrido de 355 metros de longitud y tres de ancho, entre el cruce de entrada al pantano y el desvío hacia Areantza. Este proyecto, que contará con el respaldo económico de la Diputación Foral, ha sido adjudicado a la empresa navarra Sasoi Eraikuntzak y su plazo de ejecución es de un mes y medio desde que arranquen las obras, cuyo comienzo es "inminente", comenta el alcalde atxabaltarra, Inaxio Garro.
Al igual que su antecesor, el futuro bidegorri estará adaptado a personas con movilidad reducida y dificultades visuales o auditivas. Se acondicionará, de este modo, un pasamanos especial para personas en silla de ruedas y los invidentes, entre otros servicios, dispondrán de una guía dispuesta al pie del barandado para seguirla con el bastón.
Este trayecto, justamente el que más tráfico rodado soporta, se enmarca en el bidegorri que enlazará los barrios de Goroeta y Aozara-tza y permitirá ofrecer al viandante y deportista una plataforma adecuada con la que evitará tener que andar por la carretera. Para una tercera fase queda pendiente, por tanto, el tramo entre Aozaratza y el cruce de entrada al embalse, que requiere de negociaciones con los propietarios de algunos terrenos.
señales Pero aún hay más. Entre las intervenciones "más inmediatas" se incluye la colocación de señales informativas (sobre la vegetación y fauna) y de respeto al medio ambiente en diversos puntos de Urkulu. Además, con el propósito de "fomentar el uso del aparcamiento de Otalora y que la zona más próxima al pantano sea lo más tranquila posible", se regularizarán las áreas reconocidas como parking junto a Etxaluze y los váteres públicos, que serán "de pago". Inicialmente se barajó la opción de la OTA; sin embargo, según precisa el primer edil, el Ayuntamiento tiene previsto -todavía no hay fecha para su implantación- que una o dos personas se encarguen de vigilar el tráfico, en principio, durante los fines de semana y festivos.
Consciente de los sobrados atractivos que reúne Urkulu y sus alrededores, el Consistorio va a publicar una topoguía -se presentará en Navidad-, donde se recoge una red de cinco senderos de pequeño recorrido (PR), así como una ruta BTT para los amantes de la bicicleta. Por su parte, las conversaciones con el Gobierno Vasco para que éste asuma el coste anual del mantenimiento de Urkulu (12.000 euros ) van "por buen camino", según afirma Garro. A través de la figura del "contrato territorial", la idea es que esta tarea se adjudique a un vecino o baserritarra de la zona.