Donostia. El alcalde de Donostia, Odón Elorza, manifestó ayer que cree que ahora existe "un cierto replanteamiento " del Ministerio de Defensa respecto a la venta de los cuarteles de Loiola, una solicitud presentada reiteradamente por el Ayuntamiento, que pretende destinar esta parcela ubicada en la ribera del Urumea a la construcción de viviendas.
El primer edil afirmó que "hay una vía abierta de aproximación" por parte de Defensa para la transmisión de este espacio a la ciudad y se mostró convencido de llegar a un acuerdo, "aunque exigirá tiempo y no será este año".
Elorza hizo estas manifestaciones un día después del encuentro que mantuvo con la directora general de Infraestructura del Ministerio de Defensa, Mónica Melle. El alcalde recordó que la venta de los cuarteles de Loiola por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no sólo depende de la voluntad política del Ejecutivo sino, también, de la Junta de Jefes del Estado Mayor del Ejército.
La última negativa de Madrid a la petición donostiarra de comprar los cuarteles de Loiola llegó al Consistorio en julio de 2009, firmada por el departamento de Presidencia, dos meses después de que Elorza se entrevistase con Rodríguez Zapatero y le expusiese de viva voz y por escrito los deseos de la ciudad. La necesidad de los terrenos de Loiola para la "defensa nacional" fue el argumento ofrecido por el Ejecutivo de Zapatero para rechazar la petición, al igual que sucedió con gobiernos anteriores.
Precio de Lore Toki Por otra parte, Elorza confirmó la "voluntad inequívoca" de Defensa para vender " a un precio razonable" la finca de Lore Toki, con destino a la creación de un gran parque cultural y deportivo para Donostia. El mandatario donostiarra aseguró que ha llegado a un acuerdo con el ministerio "sobre las grandes cifras" de la transacción y aventuró que podría firmarse antes de fin de año.
Añadió que la finca de Lore Toki, ahora dedicada a la cría de caballos pura sangre, "tiene un incalculable valor", aunque añadió que esta transacción "tampoco será como cuando la ciudad compró el monte Urgull a los militares a principios del siglo XX".
El primer edil subrayó sus deseos de transformar este finca, de casi 40 hectáreas y en la que no se pueden construir viviendas ni grandes edificios, en un parque cultural y deportivo, con campos de hierba e instalaciones relacionadas con la cultura. La transformación de Lore Toki aprovechará, según señaló, las pequeñas edificaciones, como caseríos y cuadras, del espacio verde.