El paisaje que conforman el Prado Grande, La Tolosana e Igarondo está cambiando con una celeridad que impresiona. Ya nada queda de la humeante actividad de la papelera La Tolosana y los memorables días de verano en las piscinas municipales de Igarondo. La transformación integral a la que se está sometiendo este ámbito conllevará el surgimiento de un nuevo barrio residencial en un enclave verde privilegiado.

Una vez concluidas las obras del colector de saneamiento y las del encauzamiento del río, la construcción de la zona residencial de Igarondo comenzó en octubre del año pasado y hay un plazo de 30 meses para finalizar las obras. Unida a esta actuación se está llevando a cabo la reforma del Prado Grande, que está en su recta final. El comienzo de la edificación de las viviendas de La Tolosana no se ha fijado aún.

La zona será protagonista de una operación urbanística sin parangón, no tanto por el número de viviendas a construir, sino por la transformación que experimentará esta zona de la villa. En total, se están edificando 60 pisos libres y 24 de VPO en Igarondo en un edificio en forma de L que contará con bajos comerciales con porches y una plaza con zonas verdes en el interior de esa L. Los pisos de VPO están siendo los primeros en construirse y, después, se están edificando los libres por fases, dependiendo de la demanda existente.

Por su parte, en La Tolosana se proyectan 50 viviendas de precio libre. En esta zona las obras van más atrasadas. Todas las viviendas son de precio libre y la constructora debe decidir cuándo comenzará con la edificación.

Sin embargo, este enclave se convertirá en privilegiado por la cercanía del Prado Grande, que está siendo rehabilitado para que se integre en la nueva área residencial Igarondo-La Tolosana.

La fuente ornamental, el banco de piedra y el podio-estrado que siempre han caracterizado al parque se han mantenido "para no perder la esencia del parque". Ha llamado la atención que algunas zonas del río son ahora accesibles para la gente que a través de unas escaleras podrá mojarse los pies los días de verano. "Me gusta mucho cómo se ha integrado el río en el parque y las pistas que se han creado para que los niños puedan pescar", opinó ayer la vecina Asun Lasa.

Asimismo, se prevé la instalación de aseos públicos y de un quiosco de venta de periódicos y revistas, que podrá contar con un pequeño espacio libre para que se puedan colocar mesas y sillas los días de sol. Para garantizar la conexión con el barrio de Bidebieta, se instalará un ascensor público.