J OSÉ Antonio Recondo se ha propuesto proclamar la importancia que adquirió Tolosa como nudo de comunicaciones en el siglo XIX. El médico y escritor nacido en Tolosa acaba de publicar el libro El Camino Real de Tolosa a Pamplona. Balnearios, ventas y diligencias. La vida en torno al camino, que presentará mañana, a las 20.00 horas, en el Ayuntamiento de Tolosa.
"He querido ofrecer una historia del Camino Real de Coches de Tolosa a Pamplona y de sus componentes: casas de arbitrios, ventas y diligencias, pero dedicando una atención especial a la vida y actividades humanas en torno al camino", explica José Antonio Recondo. El nudo de comunicaciones en el que se convirtió Tolosa le permitió un desarrollo comercial e industrial precoz. Durante el periodo 1840-1864 tuvo lugar la época más dorada de las diligencias y de Tolosa, que se vio truncada con la aparición del ferrocarril. La importancia de la villa en el contexto territorial y nacional se vería incrementada enormemente, de ahí que no fuera producto de la casualidad el que Tolosa fuera designada en 1844 capital permanente de Gipuzkoa.
La plaza Gorriti (en la fotografía inferior) solía estar muy concurrida. Abarrotada de carruajes y gentes, existió un café muy famoso, Café la Paz (que se conserva actualmente con el nombre de Café Iruña), que era el lugar de espera de los parientes de los viajeros y para los comerciantes tolosanos que aguardaban la llegada de los postillones que eran utilizados por los primeros para realizar pedidos, recibir encargos o efectuar pagos a comerciantes de otras ciudades. El café también era frecuentado por curiosos, políticos e intelectuales.
"Mi empeño ha sido escribir un relato que fuera ameno sin perder profundidad. En la exposición del libro no sigo un orden cronológico, sino que más bien actúo a modo de viajero que recorre el camino, y que aprovecha la ocasión que le brinda el tránsito por cada pueblo para relatar algunas de las actividades que se dieron", detalla el escritor.
Recondo ha llevado a cabo una intensa investigación documental de archivos y de consulta de bibliotecas. "El Archivo General de Navarra me ha proporcionado datos importantes en relación a los orígenes del camino y la creación de las ventas", matiza. En este sentido, ha contabilizado 27 antiguas ventas, de las cuales 18 conservan sus edificios. Tras la aparición del tren del Plazaola (1910-1914) todas las ventas se cerraron excepto la posada Ayestaran y la venta Muguiro.
No obstante, la investigación de campo, recorriendo los pueblos, visitando sus archivos locales y conociendo a sus gentes ha sido fundamental. "He entrevistado, en una labor ardua pero sumamente gratificante, a numerosas personas sabias y con memoria histórica; habitantes de los pueblos y lugares por donde discurre el Camino Real. He encontrado una gran receptividad y deseos de saber más sobre un pasado que en gran parte se desconoce", declara el autor.
En este sentido, Recondo reconoce haberse quedado "sorprendido por los innumerables edificios que como reliquias de un pasado esplendoroso, todavía se mantienen en pie por los recuerdos que perduran en el corazón y las mentes de muchos de los que viven en torno de este Camino", asegura. De esta forma, el autor espera que este trabajo ayude a "rescatar un rico patrimonio cultural, desde el punto de vista etnológico, histórico y arquitectónico, que se está perdiendo y que se desconoce".