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El 61% de las sociedades gastronómicas ubicadas en Donostia son masculinas

Defensoría para la igualdad revela que sólo el 39% acepta sociasEn Gipuzkoa el 54,2% de los locales son mixtos, por encima de Bizkaia y Álava

El 61% de las sociedades gastronómicas ubicadas en Donostia son masculinasFoto: Gorka Estrada

Donostia. El 61% de las sociedades gastronómicas analizadas en Donostia por la Defensoría para la Igualdad de Mujeres y Hombres de la CAV son masculinas, y sólo el 39% acepta a las mujeres con los mismos derechos y deberes que los hombres. Ésa es una de las conclusiones que se extrae del estudio LaRelevancia e Impacto Social de las Sociedades Gastronómicas, que revela que Gipuzkoa es el territorio con más sociedades mixtas, el 54,2% del total, en comparación con Bizkaia y Álava, donde sólo el 21% y el 23% de los txokos, respectivamente, cuentan con miembros del sexo femenino.

En lo que respecta al caso de Donostia, el informe indica que la mayoría de las 39 entidades masculinas estudiadas pertenecen al núcleo de sociedades antiguas, es decir, aquellas que se constituyeron antes del año 1939, mientras que las mixtas corresponden a las que han ido naciendo en los últimos 12 años.

Destacar que estas cifras son sólo orientativas, ya que Defensoría sólo analizó la casuística de 64 sociedades de Donostia, cuando realmente existen más de un centenar de locales de estas características. Como referencia sirven las 97 de las que habla Rafael Aguirre en su libro Las sociedades populares, una cifra a la que habría que sumar los locales que se han abierto desde 2005.

En cualquier caso, las conclusiones de LaRelevancia e Impacto Social de las Sociedades Gastronómicas aportan una radiografía del panorama de las sociedades culinarias que tanto arraigo tienen en Donostia. Además, sirven para retomar este debate que volvió a surgir la pasada semana cuando la concejala de Igualdad, Ainhoa Beola, anunció que su departamento estaba estudiando impulsar un "trabajo de negociación" para que las mujeres puedan participar en las sociedades "en las mismas condiciones que los hombres".

repaso histórico Con el objetivo de "profundizar en el conocimiento de la realidad de las sociedades y definir estrategias de actuación orientadas al cumplimiento del principio de desigualdad en el sector privado", Defensoría analiza la situación de 323 txokos de Euskadi en su informe.

Pese a conocer las peculiaridades de las sociedades de los tres territorios, se presta especial atención a Gipuzkoa y más concretamente a Donostia, lugar de origen de las primeras sociedades en la segunda mitad del siglo XIX "como espacio de ocio que ofrecía una alternativa a las sidrerías y tabernas de la época". El análisis se nutre del libro Sociedades populares de Rafael Aguirre, en el que se explica que el nacimiento de éstas "queda al margen de la vida de las mujeres de la época, ya que el tipo de ocio permitido o bien visto para ellas, no estaba relacionado con las tabernas, sidrerías ni sociedades y a lo sumo, se consideraba apropiada su presencia en los cafés de la ciudad".

El estudio informa de que esta situación comenzó a cambiar en la transición, etapa en la que se constituyeron la mayoría de las sociedades. Según datos aportados por la Defensoría, 40 de las sociedades donostiarras estudiadas se crearon entre los años 1974 y 1998, frente a las 30 que lo hicieron antes de ese periodo.

El informe hace referencia al arraigo que tienen estas entidades en la ciudad, dado que "organizan fiestas, eventos de carácter benéfico, actividades reivindicativas y promocionan el euskera y la cultura vasca", sin olvidar el papel fundamental que tienen el día de San Sebastián, cuando la mayoría de las sociedades saca su tamborrada.

Relacionado con el día del patrón, el trabajo rescata una anécdota que sucedió en 1987, año en el que el Tambor de Oro recayó en Pilar Miró. Y es que por primera vez, la persona homenajeada no pudo cenar en la sociedad Gaztelubide por el hecho de ser mujer, ya que en este local se impedía la entrada del sexo femenino.

Cambios El acontecimiento de 1987 se enmarca dentro de un periodo en el que comienza a aflorar el debate de las sociedades y el trato "desigual" que muchas de éstas daban a las mujeres. Defensoría habla de una "jerarquización sexual en detrimento de las mujeres" y recoge los argumentos como "tradición", "presencia de niños" y "mecanismos que regulan el funcionamiento interno" con los que defendían su postura las masculinas.

En este sentido sostiene que "la configuración y normativas de las sociedades gastronómicas están cambiando, si bien su evolución es desigual". Continúa diciendo que "los propios socios de las sociedades restrictivas son conscientes de que están intentando mantener un espacio cuestionado, ya que las mujeres se han ido integrando en muchos otros, y choca frontalmente con los principios de igualdad de trato entre hombres y mujeres".

Según el documento, "hay quien apuesta por un futuro no tan lejano en igualdad y otros que opinan que la que realmente importa es el mantenimiento de la sociedad en sí, por lo que va a ser necesaria la entrada de las mujeres para garantizar su continuidad". En este punto, cita a la gente joven que cada vez más "recurre al alquiler de locales".

La Defensoría concluye que a pesar de que "las sociedades restrictivas son las que ostentan el prestigio y la importancia social, teniendo poca relevancia en las entidades igualitarias, es necesario difundir y fomentar el papel de éstas últimas".

La concejala donostiarra de Igualdad, Ainhoa Beola, destaca los "avances" que se han dado en esta materia en las tamborradas y "anima" a las sociedades gastronómicas "a que cambien los estatutos que impiden a las mujeres ser socias de las mismas". "Son entidades privadas en las que resulta difícil aplicar la ley, por eso animo a las mujeres a que presenten sus solicitudes y a los socios a que las acepten", manifiesta.