POR fin ha llegado la primavera y con ella el buen tiempo y la oportunidad de hacer planes al aire libre. En Larraitz, en la frontera entre las comarcas de Goierri y Tolosaldea, se ofrece una buena alternativa a todos aquellos que quieren probar algo novedoso y a los padres que tienen dificultades para conseguir sacar a sus hijos de casa: un parque de aventura para todas las edades. Se abrió en Semana Santa y está haciendo las delicias de los pequeños y mayores de las dos comarcas.
Esta iniciativa ha sido impulsada por el Ayuntamiento de Abaltzisketa y la empresa Bizibiziki. El parque Mariren Zuhaiztia es el primero de estas características que se abre en Gipuzkoa y cuenta con cuatro recorridos: Sugaar para los disminuidos físicos, Basajaun para los niños de entre cuatro y siete años, Mikelats-Atarrabi para los que miden más de 1,35 metros y Mariren Ibilbidea para todos aquellos con una altura superior a 1,40 metros. Los niños deben pagar cinco euros, los que quieran hacer el recorrido Mikelats-Atarrabi, nueve y los que quieran completarlo con Mariren Ibilbidea, quince euros, al igual que los disminuidos, que deben concertar cita previa.
Mariren Zuhaiztia se abre los sábados, domingos y festivos de 10.30 a 18.30 horas y durante la semana se reciben a grupos. Para ello hay que llamar al número de teléfono 628 947253. Tras Sanjuanes el parque de aventura Mariren Zuhaiztia se abrirá a diario.
Detrás de esta iniciativa está la asesoría Bizibiziki. Esta empresa realiza proyectos relacionados con el turismo activo y el desarrollo de localidades pequeñas. Al concurso convocado por el Ayuntamiento de Abaltzisketa presentaron el proyecto Txindokiko Itzala y éste, además del parque de aventura, recoge salidas montañeras, cursillos de escalada, colonias de verano y visitas a los pastores. Además, en el local situado junto a la ermita se venderán productos autóctonos.
Todavía sólo está en marcha el parque de aventura situado en la arboleda de Larraitz. Los responsables de la empresa Bizibiziki están muy contentos con la respuesta obtenida. "Está viniendo mucha gente de la zona. La mayoría lo hace en familia y resalta que en Gipuzkoa no había un lugar donde practicar estas actividades. Los hosteleros de Larraitz también están muy contentos, claro", comenta Ekaitz Zubelzu.
No hace falta que lo jure. El domingo por la tarde hacía un tiempo fantástico y los aparcamientos de Larraitz estaban a rebosar de coches. Muchos visitantes estaban en los bares y otros muchos en Mariren Zuhaiztia: yendo de un árbol a otro sin pisar el suelo o vigilando a sus hijos.
Los primos Eñaut Gurrutxaga, de siete años, y Maren Gurrutxaga, de seis, tenían todavía la cara roja por el calor, el esfuerzo y la emoción cuando respondieron a las preguntas del periódico. Comentaron que habían disfrutado "mucho" y que lo que más les había gustado era la tirolina.
Mientras los dos niños se soltaban los arneses y tomaban un yogur líquido para reponer fuerzas, sus padres, tíos y abuelos indicaron que habían ido desde Tolosa y Lazkao y que la excursión había merecido la pena. "Tanto los padres como los niños agradecemos que se haya abierto este parque, pues ya estamos un poco aburridos de los de toda la vida", concluyeron.