Donostia. Un documento elaborado por el departamento de Juventud del Ayuntamiento donostiarra sugirió hace año y medio la necesidad de "idear algún tipo de acción coordinada y proactiva -no intervenir únicamente cuando ya ha habido algún problema sino antes-" de cara a la regulación de los locales utilizados por los jóvenes, algunos de los cuales han comenzado a ser precintados por la Guardia Municipal en los últimos meses.
Tal y como informó este periódico la pasada semana, el Consistorio ha cerrado siete locales por falta de licencia y tramita la clausura de otros 18. Todos ellos han sido denunciados por los vecinos, a causa de los ruidos, la suciedad o los posibles riesgos que derivan de su actividad.
Aunque los problemas relacionados con estos locales juveniles han comenzado a salir a la luz en los últimos tiempos, con motivo de las denuncias de los vecinos, en agosto de 2008 ya había algunos indicios de la situación, lo que llevó a la elaboración de un documento. En éste, la administración municipal reconocía que la información que posee al respecto es "difusa y fragmentada" porque, entre otras cuestiones, "no existe un censo o registro oficial de locales de este tipo". A pesar de ello, el informe incluye una quincena de emplazamientos en los que existen este tipo de espacios juveniles.
El informe de 2008 señala que "la propia naturaleza del fenómeno, caracterizado por un cierto afán de escapar a la inquisición de la mirada adulta, llegando en algunos casos a contener rastros de clandestinidad -muy atractivos para ciertos jóvenes-, o la inestabilidad del propio fenómeno -rotación de usuarios, frecuentes cierres y aperturas,- hacen extremadamente difícil el análisis del mismo".
"Verdaderos abusos" El trabajo recalca los aspectos positivos y negativos de este forma de ocio, que califica de "emergente" en Donostia. Entre los no deseados destaca que "en algunas visitas realizadas por la Guardia Municipal se ha detectado consumo de sustancias, molestias a los vecinos, subarriendos verbales y sin contrato, e incluso, riesgo de incendio por inhalación de gases. El estudio también encontró "verdaderos abusos por parte de los adultos de los alquileres de dichos locales" y cita como ejemplo garajes que son arrendados a precios por encima del valor de mercado. El estudio habla de los precios y dice que pueden llegar a los 500 euros aunque, a día de hoy, los alquileres por estos locales pueden llegar a los 800 euros, según las dimensiones y el lugar.
Las conclusiones del informe del departamento municipal de Juventud aconsejaban "trabajar de forma conjunta y coordinada con otros departamentos municipales y administraciones públicas". Asimismo, sugería que para "acercarse a esta realidad y sacarla de su clandestinidad había que renunciar a actividades drásticas y plantear "objetivos intermedios, fundamentalmente en el ámbito de la seguridad y de la convivencia con los vecinos".
Estos aspectos son los que analiza en la actualidad el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, que prepara una regulación de estos refugios juveniles. Para ello, se fija en las normativas creadas en otras localidades cercanas como Mendaro, Eibar o Urretxu. Otras ciudades, como Vitoria, han optado por no regular la actividad ya que la considera ocio privado, aunque la Policía Local realiza controles y cuenta con un listado de 60 locales.