En una rueda de prensa, el edil indicó que el gobierno municipal ha elaborado un "protocolo de actuación" ante este tipo de situaciones de emergencia destinado a atender a los cerca de 3.500 vecinos de las zonas de Martutene y Txomin, quienes podrán recibir las alertas "Urumea en nivel de alarma", "Urumea en nivel de desbordamiento. Active sus medidas de autoprotección" y "Fin de alarma", en función de la situación en la que se encuentre el río.

El llamado "Microplan de Inundaciones del Urumea", elaborado con la colaboración de los vecinos del barrio, está liderado por el Servicio de Protección Civil del Consistorio y cuenta con la participación de la Policía local, los departamentos municipales de Servicios Sociales, Barrios y Participación Ciudadana, además de la compañía de autobuses urbanos DBus, y entidades como DYA, Sos Deiak o Cruz Roja.

Ramos explicó que el plan determina que las zonas de mayor afección son las de Martutene y Txomin, y considera como "vulnerables" a las personas que viven solas, los mayores, enfermos, personas con movilidad reducida, así como los equipamientos públicos como colegios, el ambulatorio y las empresas que podrían causar riesgos al entorno como consecuencia de las inundaciones.

El concejal indicó que para elaborar el documento, también se han analizado siete zonas -Txomin, Aintzieta-Arteleku, acceso al Polígono 27, Apostolado, el Pilar, Okendotegi-Gartziategi y Okendotegi-Garratxene-, en todas ellas se ha identificado el número de viviendas -más de 1.500 en total- y habitantes, y se ha fijado un punto de concentración en el hogar del jubilado.

Asimismo, se ha colocado una regleta y un sistema de radar para medir los aforos y la situación del río, que también podrán consultar los vecinos, se ha establecido un vial de emergencia en el camino de Larrañategi cuando las líneas de comunicación habituales se encuentren bloqueadas y se ha previsto la posibilidad de utilizar el campo de fútbol del barrio y la calle tranvía para aparcar los vehículos que deban ser trasladados.

Ramos avanzó que si el sistema funciona de forma satisfactoria en este ámbito, en el futuro podría extenderse a otras zonas "de riesgo" como el Paseo Nuevo de la capital guipuzcoana.