Es enfermero de profesión, le gusta cuidar a los demás, pero como hobby, también le encanta ayudar ofreciendo consejos, valoraciones y críticas sobre lugares imprescindibles a los que acudir para dejarnos sorprender con la gastronomía vasca.
Jon Ander Resa se esconde detrás de su cuenta de redes sociales @eldisfrutometro y en esta cuenta de Instagram donde reúne a casi doce mil seguidores, ofrece semanalmente consejos y valoraciones sobre establecimientos gastronómicos que ofertan una comida diferente y sensaciones únicas. Su nicho está centrado especialmente en locales situados en el territorio alavés y, especialmente, en la ciudad de Vitoria.
Jon Ander Resa visita semanalmente distintos establecimientos gastronómicos alaveses, especialmente situados en Vitoria, y ofrece su valoración sincera en sus redes sociales.
La comida vasca
Comenzó como influencer sin pretender serlo. Le encanta la comida vasca, disfrutar con la alimentación, compartir momentos en familia y amigos y conocer lugares y establecimientos diferentes. Esto le llevó a distintos bares y restaurantes para disfrutar con el paladar. Y así, sin darse cuenta, sin pretenderlo, comenzó a compartir con un puñado de seguidores las visitas que hacía en cada rincón de Álava.
En sus primeros pasos, compartía únicamente fotografías de los menús y elaboraciones que probaba. Pero, a medida que subía el número de seguidores, evolucionó su contenido para ofrecer lo que los seguidores demandaban: información, valoraciones y reacciones reales a las distintas comidas en los establecimientos gastronómicos. Y así nació el disfrutometro, un crítico de la gastronomía vasca que gana día a día influencia entre los alaveses.
Sus inicios
Recuerda sus inicios como momentos duros, ya que no manejaba las redes sociales pero le encantaba la gastronomía. Fueron sus amigos los que le animaron a compartir contenido para demostrarle al mundo lo que él disfrutaba con la gastronomía. “Me costó poner la cara porque al principio lo llevaba en el anonimato pero la gente, además del producto, quiere ver mis reacciones y cómo lo siento y esa ha sido mi evolución más grande”, confiesa.
Con el pasar de su experiencia, ha ido ganando cada vez más credibilidad e incluso se ha tomado más en serio lo que representa ser un influencer. Por eso, ha hecho hasta un curso de fotografía para mejorar la calidad de sus imágenes y realiza distintas colaboraciones siempre y cuando el producto o alimento que va a publicitar, sea de su agrado real. “Si hago colaboración con cadena de comida rápida no la vendo como la mejor hamburguesa de Vitoria, si es comida rápida, lo vendo tal y como es. Nunca engaño a nadie, y creo que es lo que más han valorado de mí”, dice.
En cuanto al futuro, su ambición está en seguir disfrutando con el paladar y seguir probando nuevas hamburguesas, menús, platos elaborados, “o bocatas de toda la vida”. Aunque su objetivo sigue siendo conocer cada rincón de Álava o, especialmente de Vitoria, no descarta abrirse a nuevos establecimientos gastronómicos del País Vasco, si el número de seguidores crece y lo demanda. “Animo a la gente y a mis seguidores a que me escriban con sugerencias”, invita a los gasteiztarras.