María Patiño es un personaje que como colaboradora ha dejado huella en el ya extinto Sálvame. Sin embargo, la periodista ha sabido expandir sus fuentes de ingresos esta vez enfocándose en el negocio del sector inmobiliario. Su nueva casa en Fuerteventura está siendo un éxito como alquiler vacacional. La presentadora de Socialité, programa que de momento continúa en parrilla de Telecinco, adquirió la vivienda hace un año y a la que bautizó con el nombre de Villa Corralejo Bay.
Reservada
Haciendo búsqueda de la casa en el portal de reservas de Booking podemos contrastar que el negocio es todo un éxito y es que la disponibilidad de la reserva más próxima de la casa es el 29 de agosto, por lo que tener este mes una ocupación del 100% es muy reseñable. También lucrativo, ya que como podemos ver, si reservamos del 29 de agosto al 1 de septiembre asciende a 661 euros, por lo que el mes de agosto le sale muy rentable a la periodista. La casa es un negocio que ofrece dos habitaciones dobles dentro de la casa y un apartamento externo, en el que caben dos personas y un niño, siendo posible alquilar todo entero.
El lugar en el que morir
María hablaba con su antigua directora, Carlota Corredera, en su podcast: “Yo estaba tumbada en la arena y estaba buscando una casa para comprar. De repente, levanté la mirada y había una casa muy grande con un cartel de ‘se vende’. Y entonces, antes de conectar contigo (el programa Sálvame), le dije a Ricardo, mi chico: "Vamos a ver la casa, pero yo una casa tan grande no voy a poder pagarla. Entré en la casa para verla y me pasó lo que me pasó en el Vaticano, que me puse a llorar, pero le dije al Señor: ‘Yo no le puedo pagar lo que pide’, y me fui. A los cinco minutos me llama y me pregunta que cuánto le ofrecía. Yo le dije lo que tenía, porque yo tampoco me quería ahogar, teniendo en cuenta que tampoco tengo ahora veinte años… y le dije mañana firmamos el contrato de arras”, le confesaba a su amiga.
Patiño, que sigue vinculada a Mediaset pese a su crítica postura con la cancelación del programa diario de Sálvame, confiesa su amor por la isla: “Yo estaba en Lanzarote y mi chico, Ricardo, tiene un amigo en Fuerteventura. Nos cogimos el ferry para ir a pasar el día y cuando me bajé del barco, en el puerto, dije "esta es mi casa y aquí quiero morir".
