Con motivo de las celebraciones del orgullo LGTBIQ+ son muchos los famosos que ponen sobre la mesa su orientación sexual y reivindican una manera libre de vivir la sexualidad. Es el caso de Fernando Tejero, uno de los grandes actores en nuestro país, recordado por varios papeles como el de 'Emilio' en Aquí no hay quien viva o actualmente 'Fermín' en La que se avecina. El intérprete se ha sincerado recientemente en una entrevista sobre las dificultades que ha sufrido a lo largo de su vida por su orientación sexual  y para hablar sobre el acoso que vivió por ello.

"He sufrido bullying en el colegio por ser homosexual y tener pluma. Incluso en mi familia me llamaban marica. Llegué a plantearme ocultar mi orientación sexual toda la vida, e incluso casarme con una mujer y tener hijos porque no me aceptaba. Parte de mi familia e incluso algunos conocidos me aceptaron por ser una persona conocida. Yo no quería bajo ningún concepto creer que podía ser homosexual", explicó en una entrevista para LELO, una reconocida marca de bienestar sexual y juguetería erótica de lujo.

En el colegio sufrió bullying, y trató por todos los medios de ocultar la pluma que tenía de pequeño, ha recordado el actor. "Tenía la voz como afeminada. A día de hoy, tengo la voz grave por forzarla, por no querer tener esa voz. Yo la pluma me la quité a base de mucho esfuerzo y de no querer tener pluma". El motivo era el temor a la sociedad: "Tenía miedo a que no me aceptasen, aunque el primero que no se aceptaba era yo, yo no quería bajo ningún concepto creer que pudiese ser homosexual".

“Tuve depresión porque no me aceptaba. No quería creer que era homosexual. Esperaba un milagro para dejar de ser como soy”, continúa revelando. Su etapa en el colegio tampoco fue nada fácil. El actor admite que sufrió bullying durante su infancia y adolescencia debido a su condición sexual. Burlas e insultos que le llevaron a experimentar un tartamudeo nervioso que a día de hoy todavía padece en determinadas ocasiones. “Pensaba que estaba haciendo algo mal y que me iban a juzgar eternamente hasta que, finalmente, me dejó de importar la opinión de la gente y me acepté a mí mismo”, expresa.

El protagonista de series como Aquí no hay quien viva o La que se avecina, ha reconocido que tardó "bastante" en darse cuenta de su orientación sexual. "Yo llegué a Madrid en el año 95, creo recordar, a estudiar arte dramático y todavía no lo había hablado con nadie", se sincera. El actor tenía miedo de revelar su orientación sexual a sus padres, quienes se enteraron de ello por televisión.