En el barrio de Ibaeta, una pequeña cafetería nacida el 1 de abril de 2023 ha logrado hacerse un hueco entre los amantes del buen desayuno. Su filosofía es clara: productos frescos, locales y de calidad, sin nada congelado ni precocinado. Todo se prepara al momento, con mimo y autenticidad.

Desde sus inicios, el objetivo del equipo fue ofrecer una experiencia diferente. “Queríamos hacer algo grande, algo que nos diferenciara del resto”, explican los fundadores. Por eso, su carta combina opciones dulces y saladas, desde tostadas gourmet hasta boles de yogur con frutas frescas, sin olvidar la repostería artesanal firmada por Joseba Arguiñano.

Aguacate, el producto estrella

Entre las especialidades destaca la tostada número cuatro, una creación que ya se ha convertido en insignia del local. Se elabora con pan de masa madre de cereales de Arguiñano, aguacate recién machacado, tomate rallado, jamón ibérico y un huevo a baja temperatura. El aguacate, de hecho, es el producto estrella de la casa, presente en buena parte de las propuestas.

La cafetería apuesta por los productos de kilómetro cero, trabajando con productores locales para asegurar la máxima frescura. También ofrece opciones vegetarianas, veganas, sin gluten y para personas con intolerancias, lo que la convierte en un espacio inclusivo y adaptado a todos los gustos.

Terraza con un ambiente acogedor

Más allá de la carta, el encanto del lugar reside en su ambiente acogedor y su terraza, considerada una de las más agradables del barrio. “Queremos que el cliente se sienta como en casa, que disfrute sin prisas. Entre semana es el mejor momento para venir, porque el fin de semana se llena”, comentan entre risas.

El equipo que da vida a este proyecto es, según sus palabras, “una familia”. La complicidad entre cocina y barra se nota en cada detalle y se transmite al cliente. “Aquí nos ayudamos en lo bueno y en lo malo. Esa unión se refleja en el servicio y en la calidad del trabajo”, afirman orgullosos.

Las anécdotas no faltan: desde la visita inesperada de una persona famosa que bromeó con llevarse al equipo a su casa, hasta los pequeños momentos que se viven cada mañana con los clientes habituales.

Aunque por ahora no piensan en expandirse, el objetivo es claro: cuidar el local al máximo y seguir ofreciendo desayunos que sorprendan. Renuevan su carta con frecuencia, introduciendo nuevas tostadas o boles de yogur para mantener viva la curiosidad de quienes repiten.

Si tuviera que convencer a alguien para que viniera, lo haría por la calidad del producto y por el equipo que hay detrás”, concluyen. Y es que, en esta cafetería, cada desayuno es una muestra de cariño hacia el cliente y hacia el producto local.