La forma correcta de freír huevos, según Karlos Arguiñano

Los huevos fritos son uno de los platos más populares en la gastronomía de prácticamente cualquier lugar del mundo. Ya sea como desayuno, almuerzo o cena rápida, su sabor, textura y versatilidad los convierten en un alimento imprescindible en muchas cocinas.

El debate en torno a cómo preparar las huevos fritos lleva siendo tema de debate muchos años, y hace unos días fue Karlos Arguiñano quien quiso explicar cuál es el método para freírlos correctamente.

Tras añadir una buena cantidad de aceite, señaló que hay que dejar que se caliente. La forma de cocinarlos dependerá de cómo nos gusten: con o sin puntilla.

Según matizó el chef, las personas que quieran los huevos con puntilla tienen que esperar a que el aceite esté muy caliente para poner el huevo al fuego.

¿Son perjudiciales para la salud?

A menudo, los huevos fritos son objeto de controversia en lo que respecta a la salud. ¿Son realmente tan perjudiciales como a veces se cree? La respuesta depende del contexto en el que se consumen y de cómo se preparan. En realidad, los huevos fritos pueden aportar importantes beneficios nutricionales si se integran adecuadamente en una dieta equilibrada.

El huevo es un alimento muy completo desde el punto de vista nutricional. Contiene proteínas de alto valor biológico, es decir, aquellas que contienen todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita. Un solo huevo aporta alrededor de 6 a 7 gramos de proteína de excelente calidad, lo que lo convierte en una fuente ideal para el mantenimiento y la reparación de tejidos, así como para el desarrollo muscular.

Además, los huevos contienen una gran variedad de micronutrientes esenciales. Entre ellos destacan las vitaminas del grupo B (como la B12 y la riboflavina), vitamina A, vitamina D y minerales como el hierro, el fósforo y el selenio.

También son ricos en colina, un nutriente fundamental para el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, especialmente importante durante el embarazo y la lactancia.

En cuanto a las grasas, la yema contiene tanto grasas saturadas como insaturadas. Aunque durante años se ha relacionado el consumo de huevo con un aumento del colesterol en sangre, estudios más recientes han demostrado que, en la mayoría de las personas sanas, el huevo no eleva significativamente el colesterol LDL (el "malo") y puede incluso aumentar el colesterol HDL (el "bueno").

Depende del aceite

Ahora bien, cuando se fríe un huevo, entra en juego el tipo de grasa utilizada. Freír un huevo en aceite de oliva virgen extra, por ejemplo, no solo preserva sus nutrientes sino que también añade antioxidantes beneficiosos.

En cambio, freír con aceites refinados o reutilizados puede generar compuestos poco saludables, como grasas trans o productos de oxidación.

Otro aspecto a tener en cuenta es la moderación. Comer huevos fritos dentro de una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, no representa ningún riesgo para la salud.De hecho, puede ser una forma sabrosa y nutritiva de incorporar proteínas y grasas saludables al menú diario.

En conclusión, los huevos fritos pueden ser parte de una alimentación saludable siempre que se preparen adecuadamente y se consuman con moderación. Lejos de ser un alimento perjudicial, el huevo es un auténtico aliado nutricional que, incluso en su versión frita, conserva muchos de sus valiosos beneficios.