Si hay una guisandera con la que el que esto firma ha adquirido una relación especial a lo largo de estos años es con Angelita Alfaro, “una cepa riojana que ha dado sus frutos en Navarra”, como la definió el alcalde de Logroño cuando fue nombrada Riojana Ilustre del siglo XX. Nacida en Cervera del Río Alhama en 1941, aunque residente en Navarra desde el 48, no fue, sin embargo, hasta los 50 años cuando dio el salto a la publicación de libros con La cocina de Angelita (Ttarttalo, 1991), un bombazo editorial que ha conocido una cantidad incontable de ediciones y que ha sido publicado incluso en formato de bolsillo. 

“Fue mi tía Martina, que en paz descanse, quien me animó a escribir mis recetas. Decía que yo redactaba muy bien desde que era pequeña, y es que cuando no tenía ni diez años ya ayudaba a las abuelitas de mi barrio a escribir las cartas a sus nietos que estaban haciendo la mili. Con 47 años me animé a hacer un curso de secretaría y mecanografía en el INEM, conseguí una Olivetti de las de toda la vida y con ella escribí las 435 recetas de La cocina de Angelita. Cuando Joseba, el editor de Ttarttalo, vio el paquete de folios que había escrito, se quedó de piedra”.

A partir de ahí, Angelita ha dado rienda suelta a su pasión por la cocina y la escritura y en tres décadas ha publicado nada menos que 25 libros, siendo el último, Te quiero verde, un canto de amor a las verduras navarras que contiene casi 170 recetas ordenadas por estaciones, complementadas con múltiples fotografías y quince poemas que la cocinera ha escrito a lo largo de los últimos años dedicados a los diferentes productos de Navarra: la alcachofa de Tudela, el espárrago, la menestra, el queso del Roncal, el relleno de Villaba… la única excepción es el último de ellos, dedicado a la memoria de Luis Irizar quien, precisamente, había escrito antes de su fallecimiento el prefacio de este libro que no llegó a ver publicado. “Es el libro que más me ha costado publicar. Se iba a hacer cargo del mismo un ente social pero lo extraviaron y yo no tenía ninguna copia. Y cuando estaba ya agotada de llorar, Daniela, mi ayudante, me dio la alegría de mi vida al decirme que casualmente lo tenía copiado en un CD”. Finalmente Planeta ha publicado el libro en una magnífica edición de 240 páginas que puede adquirirse al ajustado precio de 19,95 euros. Un maravilloso libro ideal para regalar o para ser “autorregalado” en las ya cercanas navidades.

El editar tantos libros le ha valido a Angelita docenas de reconocimientos. Ha sido nombrada cofrade de honor de la Alcachofa de Tudela, el Aceite de Oliva de Navarra, la Orden del Cuto Divino de Tafalla, el Queso del Roncal, el Salmón del Bidasoa… la Cofradía del Espárrago de Navarra le nombró su Madrina y el Gobierno de Navarra le concedió el Premio a la Mejor Cocinera. Sus libros han sido prologados por personalidades de la talla de Juan Mari Arzak, Andoni Luis Aduriz, Martín Berasategui, Ana Rosa Quintana, Alfredo Landa, Forges… y han sido presentados en escenarios como el restaurante Arzak, el Basque Culinary Center, el Museo Thyssen de Madrid… Además, ha recibido varios premios Gourmand, lo que le ha llevado a París en cinco ocasiones y el próximo mes de noviembre será nombrada cofrade de honor del Vino de Rioja. “Aunque en el mundo de la edición también se sufre, he tenido muchas satisfacciones que me han hecho muy feliz”, comenta emocionada.

Eso sí, a pesar de tantas distinciones, Angelita es una persona cercana y sencilla, una abuela que sigue cocinando todos los días tanto para ella como para su familia y amigos. “Este año, como siempre, he veraneado en mi casa de Ciriza y he preparado de todo para mis vecinos: migas de pastor, paté de corzo… todo con mucho cariño. Y hoy, en mi casa, he preparado unas patatas a la riojana estupendas y unos filetes de cadera con unos pimientos najeranos al ajillo riquísimos. Y todos los días preparo algún postre como leche frita, torrijas, goxua… me encanta la repostería”. No nos extraña este último comentario, ya que si algo es Angelita es una persona dulce, además de atenta y generosa. Toda una dama de la gastronomía navarra que sigue experimentando en su cocina y redactando sus recetas cada vez que un plato le sale, como dice ella, “cañón”.