El pasado fin de semana, los días 24 y 25 de septiembre, tuvo lugar en el marco de la Feria Alicante Gastronómica el I Congreso Nacional de Tortilla de Patatas, organizado por Rafael García Santos, y a lo largo de la tarde del domingo se celebró la XV Edición del Campeonato de España de Tortilla de Patatas, que este gastrónomo creó hace década y media, cuando organizaba y presidía el Congreso Lo Mejor de la Gastronomía en el Kursaal donostiarra.

Fueron once tortillas las que compitieron en este certamen, siendo mayoritarias las de Galicia, que contó con tres establecimientos participantes, seguida de Valencia y Euskadi con dos bares cada uno, y Madrid y Cantabria con un bar por Comunidad. Una participación muy repartida que deja sin embargo muy claro que es el norte de la península donde más desarrollada está la cultura de esta popular preparación.

El pabellón donostiarra fue defendido por Ana Uli, cocinera del Antonio Bar de la calle Bergara, que acudió a Alicante acompañada y asistida por Humberto Segura, propietario del bar junto con Ramón Elizalde. Ana no se limitó a competir en el campeonato del domingo sino que ofreció, además, una de las ponencias del Congreso.

Hostelera de raza, Ana se curtió en la tortilla de patatas en el bar que su numerosa familia regentaba el siglo pasado en la calle 31 de Agosto de la Parte Vieja, el añorado Gaztelu, donde ya en los 90 era célebre su monumental tortilla por su grosor y su voluminoso tamaño. En los últimos años, tras su incorporación a la cocina del Antonio, Ana ha ido mejorando y afinando su tortilla hasta llevarla a una perfección que la ha convertido, para muchos, en la mejor de la ciudad.

La del Antonio sigue siendo una tortilla espectacular. Cada una contiene 30 huevos (a veces hasta 35 según nos confesó Ana en Alicante), además de más de 4,5 kilos de patata, dos de cebolla, 500 gramos de pimiento verde y, por supuesto, sal y aceite de oliva. Una vez peladas, limpias y picadas las hortalizas y terminada la tortilla, ésta pesa un mínimo de cinco kilos. Cada día se elaboran seis, así que calcule el lector la cantidad de huevos que se emplean en este minúsculo bar a lo largo del año.

Ana no las tenía todas consigo el pasado sábado, día previo a su ponencia y al concurso. “Nunca he participado en una cosa de estas”, me confesaba visiblemente nerviosa, mientras Humberto le quitaba hierro al asunto. Pero al día siguiente, cuando a las 12.30 horas se vistió el mandil de Alicante Gastronómica y empezó a preparar tortillas, mientras iba explicando el proceso y sus opiniones y teorías acerca de las mismas, Ana se descubrió como una gran oradora que ofreció una de las ponencias más entretenidas del congreso. La donostiarra cubrió su media hora con profesionalidad a la hora de cocinar, y desparpajo e informalidad a la hora de hablar y contestar a las dudas y cuestiones que le planteaban presentador y público. La ponencia del Antonio Bar se hizo cortísima y muy llevadera para el público, que premió a la cocinera con varias salvas de aplausos. El nerviosismo de la víspera cambió por una evidente satisfacción en los ojos de la guisandera.

El único “pero” fue que, al encontrarse en un congreso en el que no pudo contar ni con los fuegos ni con el instrumental que usa a diario, la tortilla de Ana no pudo ser la que sirve todos los días, sino una versión “reducida” de la misma, por lo que ni público ni jurado pudieron catar la auténtica tortilla de este veterano bar. Y no, Ana no ganó el concurso, que fue ganado ex-aequo por los bares Tizona de Logroño y O Pote de Betanzos, pero, según afirmó Rafael García Santos al comentar el fallo del jurado, seis o siete tortillas habían obtenido prácticamente la misma calificación y eran merecedoras de haber ganado el campeonato. No nos cabe duda que la del Antonio se encontraba entre ellas.

En cualquier caso, nuestros lectores tienen la oportunidad de degustar una de las once mejores tortillas del Estado sin necesidad de desplazarse a Alicante. Las cuatro tortillas de la mañana salen a la barra todos los días a las 9.30, 10.30, 11.30 y 12.00 horas, y por la tarde se elaboran otras dos que se ofrecen a las 18.00 y a las 19.00. Además, desde el pasado mes de mayo, Humberto y Ramón dirigen un nuevo Antonio en el Boulevard, en lo que fue el desaparecido Barandiaran, y en ese local, cómo no, también se sirve su afamada tortilla… ¡Será por huevos!