La de ayer en el BCC fue una cita especial a todos los niveles. En el Encuentro de la Gastronomía vasca hubo, cómo no, espacio para las ponencias y el debate, y para el desarrollo de distintas mesas de trabajo en las que productores y productoras de diversos sectores compartieron experiencias.

Casi 300 personas tomaron parte en esta cita que tuvo de obligado colofón una comida, aunque en esta ocasión no se sirvió en torno a una mesa sino en un mercado.

En los jardines del BCC se montaron varias carpas en las que productores y cocineros de Mahai Kolektiboa dieron a degustar distintos productos, más o menos elaborados, detrás de unos originales puestos que emulaban a los de un mercado.

A esta cita acudieron, entre otros, Xabier Gorrotxategi, de Casa Julian, que preparó suculentos pintxos de chuleta; Rubén Trincado, del restaurante Mirador de Ulía, que manipuló con maestría el tomate; Aizpea Ohianeder, del Xarma, que trabajó con los pimientos; o Gorka Txapartegi, del Alameda, que elaboró sus platos con mantequilla. Roberto Ruiz, del Hika, se atrevió con las legumbres; Ismael Iglesias, del Rita, con la lukainka y Pablo Loureiro, del Urola, con las setas.

Aitor Arregi y Pablo Vicari, del Elkano de Getaria, aportaron su pintxo Tornaviaje, en honor al navegante que da nombre al restaurante. Enrique Fleischman, del Bailara, le dio un par de vueltas a la sardina; Pili Manterola, del asador Iribar, presentó sus recetas con el bonito, y Dani López, del Kokotxa, lo hizo con el verdel. Jon Ayala, del Laia, se llevó su bacalao; Igor Arregi, del Kaia, la merluza y sus kokotxas; Paul Arrillaga, del Zazpi, sus propuestas con queso Behieko Urdina; y Euskarber lució su tortilla deconstruida.

No faltaron los talos de Segura, los quesos de Ioritz Imaz, las conservas Maisor y los productos derivados de las abejas de Belardipe, además de muy variados dulces. –