Ya que lo suyo es la coctelería, pero también la “psicología de barra”, inquirimos a Yon Pavón sobre el cóctel más adecuado, en su opinión, para diferentes situaciones o estados de ánimo que le puedan plantear sus clientes.

¿Qué cóctel me recomienda como aperitivo?

Un clásico como un negroni: ginebra, campari y vermouth. Es un cóctel maravilloso, un trago fuerte y amargo que entra muy bien y nos abrirá el estómago predisponiéndonos para una buena comida.

Y, al contrario, ¿tras una comida pesada? 

En este caso, y sin dudarlo, un gin-tonic de Tanqueray Malacca con tónica Schweppes.

¿Hay algo que funcione bien para una cita romántica? 

Un daiquiri: ron, zumo de lima y azúcar. Para que se nos quite un poco el miedo escénico si es la primera cita y para que nos desinhibamos, lo sea o no lo sea. Y también funciona muy bien un cóctel con champán.

Estoy depre… ¿hay algo que me pueda ayudar a sobrellevar mi amargura?

Un mojito: ron, lima, menta y azúcar. Es fresco y nos ayudará a ver que la vida es bella. Un mojito te levanta el ánimo y te hace que te vengas arriba.

¿Y si tenemos algo que celebrar?

No es un cóctel propiamente hablando, pero siempre he sido un enamorado del ron-cola… y si es con un Habana 7, mejor. Me encanta hacer guiños a Cuba.

¿Existe un cóctel comodín, que nos pueda venir bien para cualquier momento?

Un Tom Collins: ginebra, zumo de limón, azúcar y agua con gas. Es un trago largo que recuerda a una limonada, pero con alcohol. Siempre entra bien, y en verano ni te cuento.