El Girondins de Burdeos, histórico del fútbol francés, ha comunicado este jueves a la Federación Francesa de Fútbol (FFF) que renuncia a la condición de club profesional, lo que se traduce en la extinción de todos los contratos con jugadores y el cierre del centro de formación. El club acumula una deuda cercana a los 90 millones de euros.
Campeón de seis ligas francesas, semifinalista de la Copa de Europa y finalista de la UEFA de la mano de Zinedine Zidane en 1996, la crisis que sufre el club fundado en 1881 no tiene fin. Ganó la Liga por última vez en 2009 y pocos pensaban que apenas 15 años después la situación fuera tan grave como para tener que renunciar a la condición de profesional, lograda en 1937.
La crisis del equipo bordelés arrancó con el fondo de inversión estadounidense King Street, que terminó vendiendo a futbolistas como Aurélien Tchouaméni al Mónaco y Jules Koundé al Sevilla por 18 y 25 millones de euros.
Aun así, el roto que le hizo la crisis de los derechos televisivos afectó al 60% de los ingresos del Girondins. El grupo inversor, encargado de trasladar al equipo a su estadio Matmut, fue muy impopular, ya que modificó símbolos como el escudo.
Ya propiedad del empresario Gerard López, con un mal pasado en el Mouscron, el Lille o el Boavista, el descenso a la Segunda francesa en 2022 agudizó la crisis del equipo del suroeste francés, que ha recibido el remate esta semana por las sanciones administrativas derivadas de la gestión económica del último lustro.
Ese castigo suponía el descenso a la tercera categoría, que el Girondins, fundado en 1881, aceptó a comienzos de semana sin siquiera plantear un recurso, para lo que debía aportar unas garantías por valor de 40 millones de euros. El fracaso de las conversaciones con Fenway Sports (propietario del Liverpool) apagaba la última llama de la esperanza en Burdeos.
Este jueves, sin embargo, la crisis ha continuado con un paso histórico: la renuncia a la era del profesionalismo en la que entró en 1937.
Esto supone que todos los contratos profesionales quedan extinguidos y que la academia formativa, que tiene su correspondiente homologación, la pierda. En ella reciben su educación 70 jóvenes, de los que la mitad reside en el propio centro formativo.
El próximo paso sitúa al Girondins ante el juzgado mercantil de Burdeos, donde con una deuda acumulada de 90 millones de euros según Sud-Ouest, López deberá presentar las garantías suficientes para poder continuar su actividad ordinaria. Caso de lograr luz verde de los tribunales, completar un equipo para competir en Nationale 1 (categoría de bronce) o Nationale 2. La Liga empieza en 20 días.