En el capítulo del arbitraje, calificará como exitoso el ascenso a Segunda División del errenteriarra Dani Palencia.
El ascenso es merecidísimo y ha sido una de las mejores noticias del año por el tipo de persona que es Dani. Es un árbitro espectacular, pero es una persona fuera de serie. Uno de los mejores regalos que he tenido por venir a la Federación es conocer a Dani, como a otros árbitros también, como Jon Rodríguez Portela, que se ha quedado a las puertas de subir como asistente a Primera División.
Un ámbito en el que ha reclamado la presencia de las mujeres. La Federación hizo un llamamiento a las niñas para que se animaran a conocer este mundo ante la escasez de árbitras.
Tenemos un problema cultural que nos está impidiendo el crecimiento de las mujeres. En el fútbol masculino se ve bien compatibilizar jugar y ser árbitro federado y tenemos a unos 150 que lo hacen, pero esto no ha llegado a las chicas aún. Tenemos que convencer a los clubes para que, a su vez, envíen este mensaje a las chicas. Si aprovecha las oportunidades es más fácil que llegue más lejos en el arbitraje que de futbolista y, además, las dos carreras se pueden compatibilizar durante muchos años. Pero esto no ha calado y parece que no llega a las chicas. Llegará porque hay que seguir intentándolo y cuando ocurra, daremos un paso importante; porque no es normal que tengamos 4.400 chicas jugando y sólo una docena de árbitras.
Por último, en la Liga se ha producido un hito con el ascenso a Segunda de un mujer, la palentina internacional del Colegio Tinerfeño Marta Huerta de Aza, algo que nunca había sucedido.
Marta es una muy buena árbitra. Es una señal clara de por dónde va el fútbol. Esto dice que a través del arbitraje se pueden conseguir cosas importantes. Así como Irene Paredes o Amaiur Sarriegi son referentes para nuestras chicas, también tiene que serlo Marta. Las chicas deben entender que hay opciones de una carrera larga y bonita en el arbitraje.