Las selecciones de Inglaterra y Australia consiguieron ayer su pase a los cuartos de final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda tras sufrir para vencer a Nigeria en los penaltis tras empatar sin goles y batir con autoridad a Dinamarca (2-0), respectivamente.
La actual campeona de Europa llegaba al duelo de octavos tras un inmaculado paso por la fase de grupos, pero enfrente tenía un rival que le exigió y que demostró que su presencia en octavos y que su victoria ante Australia no eran fruto de la casualidad.
Desde el inicio, las africanas supieron incomodar a las inglesas, evitando que las de Sarina Weigman impusieran su ritmo e incluso llegando a incomodar la meta rival. Pese a la ausencia de Asisat Oshoala, las de Randy Waldrum dispusieron de dos ocasiones muy claras en los primeros minutos, un disparo al larguero de Plumptre y una ocasión de Kanu que obligó a lucirse a Earps.
Al pasar la media hora se produjo la jugada que pudo cambiar el partido. Daly recibió un empujón de Ajibade que la colegiada interpretó como penalti, pero, tras revisarlo en el VAR, corrigió su decisión.
En el segundo tiempo se mantuvo la igualdad. Inglaterra, donde Keira Walsh fue titular, se aproximaba a base de arreones, mientras Nigeria aguantaba y salía a la contra, pero ambos equipos no tuvieron la puntería necesaria para abrir el marcador, pese a varias llegadas peligrosas.
Además, el panorama empeoró para las inglesas cuando la colegiada, tras el aviso desde la sala VOR, expulsó por roja directa a la delantera Lauren James por un pisotón intencionado a una nigeriana cuando estaba en el suelo. Pese a la inferioridad, la campeona de Europa supo aguantar bien los minutos restantes y la prórroga para encontrar el billete en la tanda de penaltis y espera al ganador del Colombia-Jamaica.
En el otro partido, la anfitriona Australia, tras sufrir más de lo esperado para pasar la primera fase, llegaba a la primera eliminatoria con la necesidad de resarcirse ante la peligrosa Dinamarca, que llegaba por tercera vez a los cruces.
Las locales, empujadas por su público, salieron a imponer su ritmo superior y pese a la ausencia una vez más de su estrella, Sam Kerr, aquejada aún de molestias, se pusieron por delante a la media hora cuando Caitlin Ford logró abrir el marcador.
En la segunda parte, el nivel defensivo de las Matildas terminó de ahogar al conjunto nórdico y Haylei Raso, nueva jugadora del Real Madrid, sentenció en el 70’. Con el partido decidido, Tony Gustavsson hizo debutar a Kerr en los últimos minutos.