REAL MADRID Courtois; Carvajal (Lucas Vázquez, m.66), Militao, Alaba, Nacho; Valverde, Kroos (Camavinga, m.57), Modric; Asensio (Rodrygo, m.57), Benzema y Vinicius.

PARIS SAINT-GERMAIN Donnarumma; Achraf (Draxler, m.88), Marquinhos, Kimpembe, Nuno Mendes; Danilo (Di María, m.81), Paredes (Gueye, m.70), Verratti; Neymar, Messi y Mbappé.

Goles 0-1, m.39: Mbappé. 1-1, m.61: Benzema. 2-1, m:76: Benzema. 3-1, m.78: Benzema.

Árbitro Danny Makkelie (NED). Amonestó a Paredes (m.7), Nacho (m.43), Carvajal (m.60), Achraf (m.81), Kimpembe (m.84) y Lucas (m.88).

Estadio Santiago Bernabéu, ante unos 62.000 espectadores.

- Cuando parecía que Kylian Mbappe, que puede ser su próximo jugador, le había triturado, cuando parecía que su festival había acabado con el Real Madrid, el conjunto de Carlo Ancelotti se levantó de la lona de la forma más imprevista y, en un alarde de coraje, de recuerdo de aquellas noches de remontada, al amparo de un triplete de Karim Benzema, liquidó al todopoderoso PSG del tridente y se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Otra noche de las que pasarán al recuerdo del madridismo, que contempló enfervorizado, en un Bernabéu enloquecido, la reacción de su equipo ante un rival que había sido más que superior, con un Mbappe estelar, un Neymar y un Messi como lanzadores de lujo, y un conjunto propio que había desvelado algunas de sus lagunas.

La última remontada europea se produjo ante el Wolfsburgo con un triplete de Cristiano. Esta vez de su delfín y compañero en tantas batallas, Benzema, que fue a por un balón imposible, forzó el fallo de Donnarumma en la salida del esférico y ahí comenzó una remontada tan fulgurante que dejó amilanados a Mbappe y sus compañeros, incapaces de frenar el vendaval que de repente se había levantado en el coliseo blanco.

Hasta el momento del primer gol madridista todo era fiesta y alegría en el PSG. Había mandado en el césped y tácticamente. Y Mbappé había brillado como han hecho otras grandes figuras con el morbo añadido de que su futuro puede pasar por el Real Madrid, que le demostró que nunca se rinde y que por algo tiene en sus vitrinas trece coronas continentales, por noches y reacciones como esta.

En la ida Mbappe puso el 1-0 para el conjunto francés en la prolongación. Entonces el Real Madrid apostó por el repliegue casi absoluto y con un Thibaut Courtois estelar pudo llegar con vida al final e incluso a este partido de vuelta. Pero en el Santiago Bernabéu, donde el conjunto blanco parecía haber perdido la mística de antaño, encontró más espacios y muchos metros por delante.

Fue letal. Tuvo dos aproximaciones e incluso se le anuló un gol por fuera de juego de Nuno Gomes. A la tercera ya no perdonó y pareció sentenciar la eliminatoria pese a que el rey de Europa se negó a claudicar antes de tiempo y cuando encontró el gol de Benzema soñó con la remontada.

La confrontación, al menos hasta el primer tanto, volvió a dejar claro que este París Saint Germain es superior, libra por libra, gramo por gramo, a este Real Madrid. Si presionaba era desbordado generalmente por la calidad de los pupilos de Mauricio Pochettino con Leo Messi como director de orquesta junto a Marco Verratti y con Neymar también como acompañante de lujo y si reculaba, otra vez le acababan llegando dentro del área. Si a eso se le añaden fallos importantes y pérdidas de balón, la situación tenía que caer por su propio peso.

La empresa, según avanzó el choque, se puso para el equipo de Carlo Ancelotti más que difícil. Hasta que apareció Benzema y dejó claro que el jugador diferencial es él. Lideró la resurreción con tres goles que noquearon a un PSG que no supo matar el partido. El empate en el 61’ espoleó a los blancos hasta lograr un triunfo que le sitúa en cuartos. A la vieja usanza, con remontada épica.