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Fallece el expresidente del Athletic Pedro Aurtenetxe

luto encabezó la directiva rojiblanca entre 1982 y 1990

bilbao - Pedro Aurtenetxe, presidente del Athletic entre 1982 y 1990, falleció ayer a los 83 años de edad como consecuencia de una grave enfermedad, según confirmó la entidad rojiblanca. Bajo el mandato de Aurtenetxe, que anteriormente había sido directivo en la junta de Beti Duñabeitia, el Athletic conquistó sus dos últimos títulos de Liga, en las temporadas 1982-1983 y 1983-1984, y Copa, en 1984, con Javier Clemente en el banquillo. El club bilbaino anunció también que se guardará un minuto de silencio y los jugadores portarán brazalete negro en memoria del expresidente “en el primer partido de la Liga” en San Mamés.

Aurtenetxe, que fuera de su trayectoria en el mundo del fútbol fue también directivo de Editorial Iparraguirre, editora del diario Deia (perteneciente al actual Grupo Noticias), entró en el Athletic en 1977 en calidad de directivo responsable del área deportiva de la mano de Beti Duñabeitia, a quien consideraba su modelo. Aseguraba que una vez este tomó la determinación de dejarlo fue empujado a sucederle. En junio de 1982 ganó las primeras elecciones en las que cada uno de los 23.000 socios tuvo derecho a voto. Derrotó con cierta holgura en las urnas a Iñaki Olaskoaga y arrancó un periodo de ocho temporadas donde no faltó de nada. Pero los comienzos resultaron espectaculares, el Athletic se proclamó campeón de Liga en dos ocasiones consecutivas y ganó también un título de Copa. La felicidad se truncó a consecuencia de un conflicto interno en el vestuario que desembocó en una crisis sin precedentes.

crisis Las desavenencias entre Javier Clemente y Manolo Sarabia hicieron saltar por los aires un proyecto que no volvería a levantar el vuelo. La directiva se posicionó del lado del futbolista y abordó a principios de 1986 la rescisión de contrato de Clemente, el ídolo de la afición, un técnico peculiar que moldeó un bloque pétreo capaz de desafiar el poderío económico y la superioridad técnica del Real Madrid y el Barcelona de Maradona y Schuster. El cisma afectó a todos los estamentos del club, nacieron dos corrientes irreconciliables entre los seguidores que se mantuvieron activas varios años. El capítulo que dividió a San Mamés en clementistas y sarabistas amainó con la marcha del delantero en 1988.

Dos años antes, Aurtenetxe se presentó a la reelección. “Quedan por cumplir algunos compromisos”, fue la razón esgrimida para prolongar hasta 1990 su estancia en el despacho presidencial. Su testigo pasó a manos de José Julián Lertxundi, que se impuso a José María Arrate. - J.L.A.