donostia - Un total de 16 integrantes de la primera plantilla del Real Unión han decidido denunciar al club ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por impagos. La entidad txuri-beltz adeuda a este grupo de futbolistas un montante global de 135.000 euros, cantidad que corresponde a cuatro mensualidades y a la prima por la conquista de la Copa Federación, en 2015. La directiva unionista tendrá que satisfacer el pago de la cantidad antes del 30 de junio. Si no procede a abonar la cifra adeudada, el equipo guipuzcoano descenderá administrativamente a Tercera División.
A la deuda denunciada hay que añadir otros montantes económicos adicionales que el club no ha pagado durante los últimos meses a técnicos y personal del club como médicos o asistentes. Los 135.000 euros tampoco incluyen los emolumentos que no habrían percibido tres jugadores del plantel que han optado por no sumarse a la denuncia de sus otros 16 compañeros. La complicadísima coyuntura económica en la que vive el Real Unión es de sobra conocida en el fútbol guipuzcoano desde hace meses e incluso campañas. Los problemas en el cumplimiento con los compromisos adquiridos con los trabajadores de todos los estamentos de la entidad se han sucedido a lo largo de los últimos tiempos, pero en este caso la gran novedad reside en la existencia de denuncias ante la AFE, condición indispensable para que un club corra riesgo de descender en los despachos.
acuerdo con la real La opción de que el Real Unión por sí mismo logre acumular los recursos necesarios para satisfacer la deuda denunciada se presenta utópica. La crisis del club en materia económica resulta importante y prolongada en el tiempo, por lo que a la hora de encontrar una solución todas las miradas centran en el foco en la Real Sociedad. La entidad txuri-urdin ha asumido durante las últimas campañas un papel que va algo más allá de la relación mantenida con el resto de clubes convenidos. Desde Anoeta se han volcado en facilitar las cosas al conjunto de Irun, proporcionando, por ejemplo, un entrenador para la primera plantilla o enviando a varios futbolistas cedidos. En el marco de todos estos movimientos cabe situarse la estancia de Aitor Zulaika en el banquillo de Gal, o la llegada al mismo de Asier Santana, en una operación confirmada esta misma semana.
Fuentes próximas al Real Unión, plenamente conocedoras de su situación, han reconocido a este periódico que, de no existir el sustento económico proporcionado por la Real, el conjunto txuri-beltz probablemente no habría podido competir en Segunda B durante estas últimas campañas. Curiosamente, en un momento como el actual, el equipo ha competido con decoro en la categoría de bronce del fútbol estatal. A las órdenes del propio Zulaika, los irundarras se clasificaron en la temporada 2014-15 para disputar el play-off de ascenso a Segunda, siendo eliminados a las primeras de cambio por el UCAM Murcia. Además, lograron el mencionado título de la Copa Federación, al imponerse en la final al histórico Club Deportivo Castellón.
En esta última campaña, mientras, el equipo ha permanecido durante casi todo el torneo en posiciones de promoción de ascenso. El billete para la promoción llegó a parecer incluso un logro prácticamente cerrado, pero una nefasta serie final de resultado dio al traste con la inclusión del equipo entre los cuatro primeros. En ello pudo influir, sin lugar a duda, la situación vivida por un vestuario cuyos componentes, en su gran mayoría, han visto colmada su paciencia y han decidido denunciar los impagos. - N.G.