Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento arqueológico de Santa Criz.
Patxi Cascante
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento romano de Forua.
EFE
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Elementos arquitectónicos y ornamentales del foro de Santa Criz.
Natxo del Castillo
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Los muros de Iruña-Velaia.
Jorge Muñoz
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Restos de las murallas de la época romana.
Rubén Usúa
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Materiales encontrados en el yacimiento de Artzi.
Patricia Carballo
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Varias personas recorren una calzada romana a su paso por el Valle de Arce.
Patricia Carballo
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Vista del yacimiento arqueológico de la ciudad romana de Santa Criz.
Manuel Sagues
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Gente en el yacimiento arqueológico de la ciudad romana de Santa Criz.
Patxi Cascante
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Iruña-Veleia.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Restos arqueológicos en Iruña-Velaia.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Vista de la calzada de la villa romana de El Villar.
Manuel Sagues
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Una construcción romana a su paso por el Valle de Arce.
Patricia Carballo
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento arqueológico de Iruña-Velaia celebra jornadas de reconstrucción de la civilización romana.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento arqueológico de Iruña-Velaia celebra jornadas de reconstrucción de la civilización romana.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento arqueológico de Iruña-Velaia celebra jornadas de reconstrucción de la civilización romana.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento arqueológico de Iruña-Velaia celebra jornadas de reconstrucción de la civilización romana.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento arqueológico de Iruña-Velaia celebra jornadas de reconstrucción de la civilización romana.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento arqueológico de Iruña-Velaia celebra jornadas de reconstrucción de la civilización romana.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
El yacimiento arqueológico de Iruña-Velaia celebra jornadas de reconstrucción de la civilización romana.
Asier Bastida
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios
Los vestigios romanos de Euskal Herria forman parte de una travesía emocionante y única. Al recorrer estos territorios, cada paso se convierte en un recordatorio de una época pasada, de un tiempo en el que el Imperio Romano dejó huellas profundas y perdurables en el paisaje y la cultura local. Cada yacimiento, cada fragmento de cerámica o muro de piedra nos cuenta una historia de integración cultural, de avances en ingeniería y de una vida cotidiana que, aunque distante en el tiempo, dejó una herencia incalculable en nuestros territorios