Unos 2.000 aficionados realistas aterrizarán en las próximas horas en Roma para asistir al encuentro de ida de octavos de final de la Europa League entre la AS Roma y la Real Sociedad.
NOTICIAS DE GIPUZKOA ofrece un completo listado de monumentos para que, además de disfrutar del partido, la afición de la Real pueda aprovechar al máximo su visita a la Ciudad Eterna.
Roma
N.G.
Roma es un museo en sí misma, pero un viaje de 72 horas permite acercarse de forma general a una ciudad en cuyas calles merece la pena perderse.
Castillo de Sant'Angelo
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El Castillo de Sant'Angelo o Mausoleo de Adriano está situado a la orilla derecha del río Tíber, muy cerca del Vaticano y cuenta con uno de los miradores más bellos de todo Roma. Aunque hoy alberga el Museo Nacional, ha sido mausoleo, fortaleza militar, residencia papal y cárcel, entre otros. Como en la mayoría de monumentos de la ciudad, si deseas visitarlo por dentro, es más que aconsejable adquirir entrada previamente, ya que las taquillas suelen presentar largas colas.
Foro romano y palatino
N.G.
El Foro romano constituía la zona en la que se desarrollaba la vida pública y religiosa de la antigua Roma y, al igual que el Coliseo, permite al visitante hacerse una idea de la grandeza del Imperio. La Vía Sacra, el Arco de Tito, el Arco de Severo Séptimo, el Templo de Antonino y Faustina, la Basílica de Majencio y Constantino, la Curia, o la Columna de Foca son algunos de los monumentos que hay que visitar en este área de la ciudad.
Foro Romano y Palatino
N.G.
Para poder disfrutar del Foro romano es necesario dedicar, como mínimo, una hora. El monte Palatino, una de las partes más antiguas de la ciudad, es la más céntrica de las siete colinas de Roma y está situado a 40 metros de altura sobre el foro, ofreciendo una inmejorable panorámica de este.
Arco de Constantino
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Con sus 21 metros de altura y más de 25 metros de ancho, el Arco de Constantino es uno de los monumentos más impresionantes del Foro Romano. Fue erigido en el año 315 para conmemorar la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio, al norte de Roma.
Coliseo
N.G.
El Anfiteatro Flavio, más conocido como el Coliseo, es uno de los monumentos más icónicos de Roma, no en vano, recibe cada año a 6 millones de turistas, lo que lo convierte en el monumento más visitado de la ciudad. Construido en el siglo I, fue el más grande de los anfiteatros que se construyeron durante el Imperio Romano. Ubicado en el Foro romano, su interior se encuentra en ruinas, aunque constituye todo un tesoro histórico y arqueológico que permite constatar la grandeza que supuso el Imperio Romano. Muchos operadores turísticos ofrecen visitas guiadas de su interior.
Piazza Venezia y Monumento a Vittorio Emanuele II
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La Piazza Venezia es uno de los puntos neurálgicos de Roma y está presidida por el monumento a Vittorio Emanuele, también conocido como altar de la patria. Además de albergar el Museo del Risorgimento, dedicado a la historia de la unificación italiana, en este monumento se encuentra también la Tumba al Soldado Desconocido, que acoge el cuerpo de un soldado sin identificar muerto durante la I Guerra Mundial. La tumba está custodiada por una llama que se mantiene siempre encendida y dos soldados que hacen guardia de forma permanente.
Iglesia del Gesú
N.G.
El número de iglesias que merece la pena visitar en Roma es infinito, pero cerca de la plaza Venezia, quizás la Iglesia del Gesú bien merece dedicarle un ratito por su conexión con Gipuzkoa. Se trata de la primera iglesia jesuita que se construyó en Roma y en ella está enterrado San Ignacio de Loyola.
Fontana de Trevi
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La Fontana de Trevi es uno de los mejores ejemplos de las fuentes monumentales barrocas de Europa. Su fachada, de 42 metros de alto, representa a Neptuno, dios de los océanos, tratando de calmas las aguas. Cuenta la leyenda que si lanzas una moneda de espaldas a la fuente y esta cae al agua, el visitante regresará a Roma.
Piazza Navona
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Es una de las plazas más imponentes de Roma y todo un tesoro del barroco italiano. Construida por Gian Lorenzo Bernini en 1600 en el emplazamiento en el que había un estadio romano, con cierto aire a un hipódromo, destaca por sus tres fuentes, especialmente la de los Cuatro Ríos, que se sitúa en el centro de la plaza y que congrega a miles de turistas cada día. Se trata de una plaza muy animada, con una variada oferta de restaurantes y bares y en la que no faltan artistas y músicos callejeros que hacen las delicias de los paseantes. Si optas por tomarte un capuccino, prepara la cartera...
Panteón de Agripa
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Este antiguo templo, en la actualidad iglesia, es el monumento romano mejor conservado del mundo. Fue construido en el siglo II utilizando un estilo arquitectónico tremendamente novedoso para la época, ya que no era nada habitual adosar una nave redonda a la fachada clásica exterior. Destaca su gran cúpula, de 43 metros de diámetro y 4.500 toneladas de peso, que cuenta en el centro con un óculo de nueve metros de diámetro que permite la entrada de la luz, así como de la lluvia. Es una de las obras maestras de la arquitectura mundial, por lo que su visita se convierte en imprescindible.
Plaza de España
N.G.
Con su célebre escalinata de 135 peldaños de mármol travertino que da acceso a la iglesia de Trinità dei Monti, la plaza de España es otro de los puntos imprescindibles de Roma.
Toma su nombre del Palacio de España, sede de la embajada española ante la Santa Sede y ante la Orden de Malta. Además de la icónica escalinata -¡ojo con sentarse en ella: desde 2019 las autoridades italianas prohíben sentarse en ellas bajo amenaza de sanción (entre 250 y 400 euros de multa)!-, la fuente de la barcaza es su otro gran atractivo. La plaza de España es también una zona perfecta para disfrutar de los múltiples restaurantes que allí se encuentran.
Será el punto de encuentro de la afición realzale durante el jueves.
Piazza del Popolo
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La piazza del Popolo es otra de las célebres plazas de Roma. Cuenta con tres iglesias: la basílica de Santa María del Popolo, y las dos iglesias gemelas de Santa Maria in Montesanto y Santa Maria dei Miracoli. También destaca el gran obelisco egipcio, datado alrededor del año 1.200 antes de Cristo, y que fue traído a Roma por Augusto. El papa Sixto V decidió colocarlo en el centro de la plaza a finales del siglo XVI.
Barrio del Trastevere
N.G.
El barrio del Trastevere es una de las zonas más bohemias y populares de Roma. Entre los imprescindibles de la zona se encuentran la iglesia de Santa María del Trastevere, el triángulo que forman Santa Cecilia, Santa María dell’Orto y San Francesco, la Colina de Gianicolo o el mercado de Porta Portese, entre otros.
Barrio del Trastevere
N.G.
Las callejuelas del Trastevere constituyen un mágico laberinto en el que bien vale la pena perderse. Está salpicado de trattorias y restaurantes y tiene un ambiente nocturno de lo más animado
Ciudad del Vaticano
N.G.
La Ciudad del Vaticano, sede de la Santa Sede, es una ciudad Estado dentro de la propia Roma y visitarla puede llevar más un día. Su núcleo principal es la plaza San Pedro, una plaza elíptica rodeada por 284 columnas con 140 estatuas de santos realizadas por Bernini. En uno de los extremos se encuentra la Basílica de San Pedro, el templo católico más grande del mundo. Construida por Miguel Ángel. Constituye un museo en sí mismo, al albergar algunas obras artísticas como La Pietá de Miguel Ángel o el Baldaquino de Bernini. Su enorme cúpula, de 136 metros de altura, ofrece preciosas vistas de toda la ciudad. Los jardines y Museos Vaticanos (en cuya ruta se puede visitar la Capilla Sixtina), con centenares de obras históricas de la historia del arte, también exigen varias horas.
Roma es un museo en sí misma, pero un viaje de 72 horas permite acercarse de forma general a una ciudad en cuyas calles merece la pena perderse.