Factores como las olas de calor o el polvo en suspensión se suman a la contaminación para empobrecer la calidad del aire que respira la población, un problema con consecuencias para la salud y el medioambiente sobre el que la ONU ha querido concienciar en la última edición del Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul celebrado el pasado 7 de septiembre.

Por un lado, afecta a la salud humana ya que “las diminutas e invisibles partículas de contaminación” penetran “profundamente” en los pulmones, torrente sanguíneo y en el cuerpo” y, según sus datos, sólo en 2016 causaron la muerte prematura de 6,5 millones de personas. Por otra parte, los contaminantes del clima de corta vida “pueden persistir en la atmósfera durante unos días o hasta varios decenios”.

En el caso concreto de España, el último informe anual sobre la calidad del aire publicado por Ecologistas en Acción indicaba que en 2022 hasta 7,6 millones de personas -más de 2 millones por encima de la cifra del año anterior- resultaron afectadas por la contaminación. Ello se traduce en que uno de cada seis españoles respiró en 2022 un aire contaminado “por encima de lo recomendado” y en la muerte prematura de unas 25.000 personas anualmente, “quince veces más que los accidentes de tráfico”.

Aunque suele asociarse la suciedad del aire a la quema de los combustibles fósiles en el transporte, los factores de esta polución son múltiples y la calima y el polvo en suspensión también agravan el desafío.

Este fenómeno natural transporta polvo en suspensión desde regiones áridas a otras periféricas, como sucede en la zona mediterránea y en Canarias respecto al norte de África pero en los últimos tiempos “se ha agravado por los efectos del cambio climático y está siendo cada vez más frecuente”, ha asegurado a EFE Miguel Ángel Ceballos, portavoz de calidad del aire de Ecologistas en Acción.

Además, a juicio de Ceballos, “es importante tomar conciencia de que la contaminación se desplaza” y, cuando se genera en verano, “con la radiación solar se transforma en ozono y puede desplazarse hasta 200 kilómetros de distancia” por los que los grandes centros urbanos “tienen una gran repercusión en la calidad del aire” no sólo de sus habitantes sino de poblaciones en ocasiones muy alejadas. La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha indicado en sus últimos informes que Italia y España son los dos países europeos con mayores daños de contaminación por ozono sobre la agricultura y ha precisado que dos terceras partes de la superficie española cultivada se ven afectados por esta clase de polución.

11%  de municipios españoles con zonas de bajas emisiones

Sólo 17 de los 151 de los municipios españoles que, según la Ley de Cambio Climático, deben poner en marcha zonas de bajas emisiones (ZBEs) lo han hecho hasta ahora. Hasta la fecha, sólo han cumplido el mandato de la Ley de Cambio Climático 14 de las urbes de más de 50.000 habitantes y tres de las de más de 20.000 (obligadas también a activar ZBEs por los altos niveles de contaminación del aire). La contaminación atmosférica es la primera causa medioambiental de muerte prematura en la Unión Europea yse estima que está detrás de 20.000 muertes prematuras anuales en España.