A una semana de que se cumplan once meses del inicio de la guerra en Gaza, la ofensiva del Ejército israelí, lejos de atenuarse, se ha recrudecido y expandido. El foco de los ataques de las tropas hebreas no se centra solo en la Franja y la frontera con el Líbano sino que cada vez son más despiadados en Cisjordania. En los dos últimos días, el Ejército ha matado a una veintena de personas (entre ellas, un alto responsable de la Yihad Islámica) en la mayor incursión que realiza en este territorio desde el fatídico 7 de octubre, cuando militantes armados de Hamás y la Yihad Islámica Palestina capturaron a decenas de rehenes, lo que llevó al Gobierno de Israel a declarar el estado de guerra por primera vez desde 1973. Gaza, Cisjordania y la frontera con Líbano son los principales escenarios de un conflicto armado para el que no se atisba una solución a corto y medio plazo. Los equipos negociadores de EEUU, Egipto y Catar que trabajan en El Cairo se afanan en tratar de cerrar un acuerdo que desemboque en una tregua, pero los precedentes no son halagüeños. Hamás exige seis semanas de alto el fuego, más ayuda humanitaria y la liberación de decenas de presos palestinos en cárceles de Israel a cambio de liberar a 33 rehenes mayores de 50 años o que necesiten asistencia médica. Sin embargo, la esperanza de que callen las armas y las bombas y se inicie una desescalada bélica es una incógnita. Si acaso, la vacunación de la población infantil de Gaza contra la polio ha abierto la puerta a que se pongan en marcha pausas humanitarias de ocho horas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de Benjamin Netanyahu para que permita distribuir y vacunar a los niños y niñas gazatíes contra la polio. La agencia estima que hay que inmunizar a 640.000 niños para hacer frente a una enfermedad que ha reaparecido 25 años después de que se diera por finiquitada. Es otra consecuencia, una más, de la devastación que provoca la brutal ofensiva que lleva a cabo el Ejército de Netanyahu, que se ha saldado hasta el momento con más de 40.000 palestinos muertos. La OMS pretende iniciar mañana la campaña de vacunación, en un “complejo ejercicio”, con el añadido de la dificultad que supone que buena parte de la población está desplazándose constantemente. Solo cabe esperar que Israel y Hamás respeten el acuerdo y se pueda llevar a cabo la vacunación con éxito.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
