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El BCE pide suprimir barreras comerciales para estimular la competitividad interna

Lagarde y de Guindos reclaman a Europa nuevos pasos en la consolidación del mercado único para que las empresas no se queden atrás Combinar gasto en defensa y estabilidad, el principal objetivo

El BCE pide suprimir barreras comerciales para estimular la competitividad internaOskar Gonzalez

El BCE sigue insistiendo en una de sus demandas más habituales de los últimos tiempos. Es una petición que lleva meses transmitiendo a los países de la Unión Europea; eliminar la fragmentación del mercado interior europeo, reduciendo las barreras, en muchos casos burocráticas, que impiden a las empresas europeas incrementar su competitividad en un momento en el que las firmas de Estados y China amenazan con copar todos los ámbitos estratégicos de la economía.

Ha sido uno de los mensajes en los que ha hecho mayor hincapié el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, invitado a la primera edición del Foro Gran Vía, organizado por la Fundación BBK en Bilbao. Ex ministro de Economía en el gabinete de Mariano Rajoy, ha detallado algunos de los riesgos y situaciones a los que se enfrenta ahora la economía europea, entre los que ha citado la actividad de los fondos de inversión de alto riesgo o hedge funds, la geopolítica -con la “ineludibilidad” de la subida del gasto en defensa-, la progresiva desvinculación de Estados Unidos respecto a los intereses europeos -con la necesidad de ser “más independientes” de Washington- y, por último, la subordinación de Europa, en materia de tecnología, a terceros países, algo que incrementa la conveniencia de establecer el euro digital, pero sin que eso signifique que se vaya a eliminar el dinero en metálico. “Estoy convencido de que la única salida a todas estas circunstancias es una mayor integración europea”, ha señalado de Guindos, que ha puesto el acento también en que como mejoraría la competitividad de las empresas europeas el establecimiento de un mercado único, suprimiendo la “fragmentación” actual.

En una línea similar se ha manifestado también la propia presidenta del BCE, la francesa Christine Lagarde. En su intervención en un foro bancario celebrado en Frankfurt, Lagarde ha subrayado que las vulnerabilidades de Europa se derivan de un modelo de crecimiento orientado “a un mundo que desaparece”, ante lo que la solución pasa por el potencial sin explotar del mercado interior, para lo que se necesita reducir barreras internas, agilizar la toma de decisiones y adoptar un enfoque de más simplificación, puesto que prolongar la “inacción” no sólo implicaría una pérdida de crecimiento, sino que sería irresponsable. 

En este sentido, Lagarde ha lamentado que, a pesar de más de 30 años del Mercado Único, las barreras comerciales dentro de la UE siguen siendo demasiado elevadas en áreas clave, llegando a equivaler en los mercados de servicios y bienes a aranceles de alrededor del 100% y el 65%, respectivamente. “En los últimos 20 años, las barreras al comercio transfronterizo dentro de Europa no han disminuido al mismo ritmo que las que afrontan las empresas internacionales que desean operar en el continente”, ha observado.

De Guindos ha remarcado también la utilidad de encontrar un alineamiento entre los intereses de los mercados financieros y la necesidad de los Estados europeos de incrementar su gasto en defensa, una tarea que ve como “ineludible” ante la “amenaza existencia” que representa Rusia para la Unión Europea tras la invasión de Ucrania. “Ellos [el ejército de Kiev] son ahora la defensa de Europa”, ha visibilizado, consciente también de que la inversión en materia de seguridad requiere de un consenso político y social que puede resultar “reducido” en la actualidad en determinados países que no quiso concretar. Otra de las vertientes sobre las que se concentra la preocupación es la del déficit público y la deuda soberana, que se incrementan sin remedio, sobre todo en países como Francia, Italia y España. En relación a la deuda, de Guindos ha afirmado que es importante que haya planes de estabilidad presupuestaria, para lo cual es necesaria estabilidad política. “Si tienes unos planes presupuestarios a medio plazo que te garantizan la estabilidad, entonces la deuda europea es sostenible”, ha añadido. 

En este sentido, ha subrayado también la conveniencia de que esa estabilidad presupuestaria “sea compatible con el gasto en defensa y el mantenimiento del Estado de Bienestar”. Ha considerado “imprescindible” mostrar a los mercados financieros que los objetivos de defensa “tienen que ser compatibles con la estabilidad presupuestaria”. Si no se hace así, se podría dar una subida de tipos de interés por parte de los mercados.

Ahorro

Por otra parte, de Guindos ha indicado que el consumo privado está siendo “muy moderado” y el ahorro de los particulares europeos está subiendo, algo que ha atribuido a las menores expectativas de confianza de los hogares sobre la futura evolución de la economía. En este sentido, la perspectiva que se está asentando es que para garantizar la sostenibilidad, los gobiernos en los próximos años tendrán que “llevar a cabo subidas de impuestos”, lo que puede repercutir en que las familias europeas estén manteniendo una tasa de ahorro “relativamente elevada”. El vicepresidente del BCE ha señalado también que la economía española, en lo que se refiere al crecimiento, “lo está haciendo bien”, con un nivel próximo al 3%. No obstante, ha apuntado que es preciso comprobar si ese modelo es “sostenible en el tiempo”, puesto que ese crecimiento está basado en un aumento “muy importante” de la población. El vicepresidente del BCE ha destacado el papel de la inmigración en ese aumento. Ha defendido “una inmigración ordenada, evidentemente, intentando buscar los perfiles adecuados, sin fomentar lo que son las mafias, que existen, en el tráfico humano”.