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Lakua confía en que Talgo celebre la junta de accionistas del traspaso en dos meses

La empresa, que tenía previsto anunciar el viernes resultados, los aplaza para someterse a una auditoría externa

Lakua confía en que Talgo celebre la junta de accionistas del traspaso en dos mesesEuropa Press

El Gobierno vasco confía en que en un plazo de dos meses se celebre la junta de accionistas de Talgo que oficialice la entrada en la compañía del consorcio del que forman parte el propio Ejecutivo, Sidenor y las fundaciones BBK y Vital, un proceso que podría agilizarse tras la confirmación, el pasado martes, de la fórmula de participación de la SEPI.

El Consejo de Ministros del martes autorizó la entrada de la SEPI en el constructor ferroviario mediante la fórmula de una ampliación de capital que llevará al brazo inversor del Estado a controlar el 7,8% de la compañía -45 millones de euros- y la suscripción de una emisión de deuda por 30 millones, con lo que su aportación total sumará 75 millones de euros. Representa la misma cantidad que se ha comprometido recientemente a invertir el consorcio vasco a través de una emisión complementaria de obligaciones convertibles en la que tomarán parte la sociedad de inversión público-privada Ekarpen, el holding Clerbil (Sidenor), y las fundaciones BBK y Vital. 

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por la agencia Europa Press, el consejero de Industria, Mikel Jauregi, indicó que la entrada de la SEPI es un “paso imprescindible” en un proceso que calificó de “un poco complicado” y “más largo de lo esperado”, y en el que ha habido “mucha aventura”. El próximo 14 de agosto se cumplirán seis meses desde que el consorcio vasco anunció un acuerdo verbal con el fondo Trilantic Europe para la compra del 29,7% de las acciones de Talgo por un volumen cercano a los 155 millones, pero que en función de determinadas variables podría elevarse hasta los 185 millones. La entrada de la SEPI “es un paso necesario, un paso firme y en positivo”, subrayó Jauregi, que señaló que todavía quedan “más pasos”, pero que este es uno “más” de los previstos en la “hoja de ruta” establecida por el consorcio vasco.

El apartado financiero ha sido bastante más complicado de lo previsto en un principio, puesto que son tres los aspectos en los que es necesario trabajar. Por un lado, la sanción de 116 millones de euros que pesa sobre Talgo por parte de Renfe, la refinanciación de la deuda de la empresa ferroviaria, que rebasa los 400 millones, y la elaboración de una arquitectura económica que permita sacar adelante los más de 4.000 millones de euros en pedidos que tiene asignados Talgo, procedentes sobre todo de los operadores alemanes Deustche Bahn y Flixbus.

Precisamente, Talgo anunció hoy que aplaza la presentación de sus resultados semestrales, prevista inicialmente para el viernes, hasta el 30 de septiembre, porque los va a someter a una revisión “limitada” por parte de auditores externos en el marco de la ampliación de capital. Con esta decisión Talgo explicó a la CNMV que quiere asegurar que sus estados financieros intermedios reflejan “de forma fiel y contrastada la situación económico-financiera de la sociedad en un momento especialmente relevante”.

La entrada de la SEPI en el capital de la empresa se hará con diversas condiciones. Por un lado, las entidades financieras de Talgo deberán aprobar una nueva configuración de endeudamiento: financiación de 650 millones con vencimiento a 6 años y una línea de circulante de 120 millones a tres años. Además, deberán avalar otros 500 millones de euros para que la aportación de la SEPI se materialice. 

Para Jauregi, ahora es tarea de los bancos “poner en detalle y desarrollar” esa estructura, pero aseguró que, en ese punto, no va a haber “ningún tipo de problema”, puesto que las entidades esperaban a que se confirmase la inyección de 150 millones de euros en total (75 por la SEPI y otros 75 del consorcio vasco). 

En la entrevista, Jauregi indicó que la previsión del Ejecutivo es que en un “par de meses” se pueda celebrar la junta de accionistas de Talgo que sirva para establecer de manera oficial la operación de compra por los agentes vascos. El consejero recordó que, tras el preacuerdo con Trilantic, lo siguiente fue establecer las condiciones de los 116 millones de multa de Renfe a Talgo, “con el roto que suponía en la caja” de la empresa. “De alguna manera se tenían que saber las condiciones de esa multa para poder después hablar con los bancos y hablar de la financiación”, añadió. Con el último pacto ya cerrado, “se puede ya ir a los bancos y cerrar todos los acuerdos de financiación que Talgo necesita para poder desarrollar el proyecto y su cartera tan exitosa a futuro”.

Jauregi recordó, por otra parte, queen la década de los 70 Talgo se marchó de Euskadi “por la presión de ETA”, pero todavía su principal planta está en Rivabellosa, que cree que es donde se puede dar el “mayor desarrollo industrial” con “nuevas oportunidades de empleo”. A su juicio, “nunca debía haber sucedido” que la sede social de Talgo saliese de Euskadi. Por lo tanto, ahora “lo tienen que remediar” y espera que se pueda dar una decisión que, remarcó, corresponde al consejo de administración. 

Por otra parte, después de iniciar la jornada bursátil de hoy con una subida cercana al 3%, la acción de Talgo moderó su cotización y acabó la jornada en los 3,03 euros, un 0,83% más que la víspera. En cualquier caso, lejos de los 4,3 euros en los que llegó a estar en febrero.