“Las bajas por temas de salud mental no son la mayoría, pero sí las que más crecen”
Las ausencias laborales de larga duración se triplican en Euskadi en el último lustro y en 2024 se contabilizaron casi 8.000
Hay un hecho objetivo: las bajas laborales están aumentando. Y, sobre todo, las de larga duración. En Euskadi, las de más de un año se han triplicado en el último lustro al pasar de 2.764 en 2019 a 7.999 en 2024. Sin embargo, en el análisis de la situación existen discrepancias importantes y parte del problema viene del término absentismo. Los sindicatos, por ejemplo, no quieren ni oír hablar de él. Javier Blasco, director de Adecco, que cada trimestre elabora un diagnóstico de la situación y da a conocer una estadística ampliamente difundida por los medios de comunicación, reconoce que tiene una connotación “peyorativa, pero esa no es nuestra intención”. “Es un error equiparar el absentismo con faltas injustificadas. Lógicamente, las horas perdidas por esta razón son una parte del absentismo, pero no son la porción más importante. Lo que pasa es que se ha hecho una utilización oportunista del término absentismo y ahora tiene un sentido peyorativo. Nuestra intención es presentar una radiografía de la situación, que sirva de herramienta a las empresas, porque además las cifras siempre van acompañadas de un informe que pretende ser didáctico”, explica.
“El absenstimo tiene una connotación peyorativa pero es un error equipararlo con faltas injustificadas”
La causa principal de ese absentismo o esa ausencia al puesto de trabajo son las bajas por incapacidad temporal, es decir, por enfermedades comunes. Ya lo dijo en mayo el Banco de España en un informe en el que colocaba a la CAV a la cabeza de las bajas por incapacidad temporal. En análisis concluía que el porcentaje de ocupados de baja superaba aquí el 6%, duplicando a la cifra de Madrid y por encima de la media estatal (4,4%).
Dentro de la estadística de absentismo están también los permisos o las licencias de maternidad y paternidad o las derivadas de conflictos laborales como huelgas –lo que no incluye son las vacaciones o las relacionadas con situaciones de ERTE–. Las empresas están preocupadas y así lo manifiestan una y otra vez. Muestra de ello es que Cebek, la patronal vizcaina, está realizando ha puesto este mes en marcha una iniciativa para ayudar a las empresas a identificar las causas internas y ayudar a minimizar el absentismo en cada organización.
Aumento del 78%
Las empresas están preocupadas, por un lado, por el coste, que según el Banco de España se ha disparado un 78% en todo el Estado desde 2019. Pero también porque en un contexto de falta de mano de obra y de talento, las ausencias ponen en riesgo la productividad y hay una sobrecarga de trabajo. Las razones de estas cifras son multifactoriales. Según Blasco, hay tendencias que se dan a nivel general, por ejemplo, que a mayor empleo, más absentismo. Y eso se ve en las diferencias entre la CAV y Nafarroa –con índices más altos– y Andalucía, por ejemplo, la segunda comunidad con las cifras más bajas. Hay excepciones, claro está, como es la Comunidad de Madrid. No hay que olvidar que en estos momentos estamos en un momento de crecimiento del empleo.
Luego está el nivel de cobertura que tiene el trabajador o trabajadora al estar de baja. Suele ponerse como ejemplo el hecho de que si una persona cobra lo mismo estando de baja que trabajando, habrá mayor propensión a quedarse en casa. En cambio, sería recomendable cambiar la perspectiva: si una persona no puede permitirse ganar menos de lo que cobra al mes, igual no puede permitirse coger la baja a pesar de estar indispuesto. Así, el miedo a perder el trabajo y la pérdida económica son factores que influyen. Existen, además, otros que tienen más que ver con los tiempos actuales. Según Blasco, el aspecto motivacional tiene un peso importante hoy en día, pero ¿qué motivación puede haber si el sueldo de una persona solo alcanza el salario mínimo o cuando por mucho que trabaje nunca va a poder comprar una casa? También está el envejecimiento de la población y la salud mental, que se ha deteriorado de forma alarmante en los últimos años. “Las bajas por temas mentales – la ansiedad, el estrés o la depresión– no son la mayoría pero sí son las que están creciendo más. La mayoría de las bajas siguen siendo por trastornos musculoesqueléticos”, apunta el director de Adecco.
Y, claro, hay trabajos en los que hay una mayor incidencia, como son los llamados trabajos penosos, aquellos que exigen un esfuerzo físico o mental considerable o que exponen a los trabajadores a riesgos para su salud, ya sean físicos, químicos, biológicos o psicosociales. La sanidad y la educación, donde están aumentando las bajas en los últimos años, entrarían en este último grupo.
Además, las condiciones laborales son factores de riesgo. Y eso en un momento en el que existe una importante precariedad es otro factor a tener en cuenta. Si una empresa cuenta con un alto número de personas de baja, sería más que recomendable analizar las condiciones laborales y el clima de trabajo existente. De hecho, entre las recomendaciones de los expertos para tratar de atajar la problemática se incluye potenciar un ambiente laboral positivo, flexibilidad horaria y de teletrabajo y elaborar mejores programas de prevención y control de la salud, especializados para cada sector.
Las bajas por enfermedad común ocultan el impacto de los cuidados en las mujeres
No hay que olvidar tampoco el peso que juega la conciliación en la estadística y esta afecta más a las mujeres. “Muchas de las ausencias tiene que ver con la falta de flexibilidad y con el peso de los cuidados sobre las mujeres”, reconoce Blasco. Por último, existen cambios en la regulación, como el protocolo de gestión de las bajas, que han alargando los procesos de incapacidad temporal por el retraso en las citas.
Borrador
La preocupación por el aumento de las bajas laborales no es exclusivo de Euskadi, a pesar de que la comunidad lidere las cifras. Muestra de ello es que el Ministerio de Seguridad Social ha trasladado a patronal y sindicatos un documento titulado Medidas de reforma de la prestación por incapacidad temporal para mejorar la protección de la salud de las personas trabajadoras, con el que pretende iniciar la negociación sobre la reforma de las bajas laborales.
En esta nueva regulación está incluida la reincorporación progresiva de las bajas de larga duración y también incluye cambios en la gestión de la incapacidad temporal y la incapacidad permanente por parte de las mutuas, que ya se ocupan de casi todos los procesos causados por enfermedades profesionales o accidentes de trabajo y de más de dos tercios de los causados por enfermedades comunes. Además, en un intento de ganarse el favor de los empresarios para su reforma de reducción de jornada, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, admitió recientemente que el número de bajas laborales es un “problema” y en el Estado y se ofreció a incluir una “reducción del absentismo” en la reforma.
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