Gipuzkoa registró el pasado año un total de 1.174 casos de enfermedades laborales, con una diferencia del 36,2% con respecto a 2020, en el que esta cifra se elevó a 862. A partir de ese año la progresión ha sido al alza, excepto el retroceso que se detectó en 2022, lo que no se correlaciona con un aumento también constante de la población trabajadora en el territorio, que durante ese periodo ha tenido altibajos.

Los datos del Instituto Vasco de la Salud y Seguridad Laborales Osalan muestran que, pese a que el número de enfermedades laborales detectadas superó en 2024 el millar, las bajas son muy inferiores, de 509 frente a las 665 que no han causado una situación de baja. Los servicios son el sector que registra un mayor número de enfermedades laborales, un total de 607 el pasado año, que se corresponde con su mayor capacidad empleadora puesto que en esta actividad se registraban a final del pasado ejercicio 111.551 trabajadores en Gipuzkoa.

Industria

La industria, pese haber tenido durante 2024 diferentes obstáculos que ralentizaron su crecimiento, se mantiene en segundo puesto como empleadora porque opta por no recortar plantilla ante la escasez de talento que se observa en el territorio. En este sector, el número de enfermedades laborales asciende a 496, muy lejos de las 70 de la construcción o de la única circunscrita a agricultura.

En cualquier caso, la mayor presencia de enfermedades laborales en servicios se produce por vez primera el pasado año, puesto que hasta entonces los datos de Osalan apuntan a que la industria ha sido la actividad donde se inscribe en Gipuzkoa el mayor número de padecimientos relacionados con el trabajo. En construcción y agricultura, por su parte, la proporción se mantiene.

Un aspecto que distingue el Instituto Vasco de Salud y Seguridad Laborales es aquellos casos que provocan baja y los que no, que en la actualidad se encuentra en el centro de la polémica por el enfrentamiento entre la patronal y los sindicatos sobre el absentismo laboral. La información oficial correspondiente a Gipuzkoa apunta a un equilibrio entre las que impiden a la persona trabajadora acudir a su puesto y las que pueden continuar con su actividad laboral.

Los problemas con las articulaciones son los de mayor incidencia en Gipuzkoa. E.P.

Euskadi

La evolución es muy parecida en el conjunto de la CAV, donde el número de enfermedades laborales se ha incrementado un 37,2% entre 2020 y 2024, un punto porcentual más que en Gipuzkoa, con 3.281 casos observados el pasado ejercicio.

Del mismo modo, son los servicios es el sector que acumula un mayor número de enfermedades laborales seguido de industria, con una incidencia sensiblemente inferior en construcción y agricultura, lo que constituye una tendencia que se ha mantenido en los últimos ejercicios.

Del total de los 3.281 casos de padecimientos con origen laboral detectados en 2024 en Euskadi, 1.558 recibieron la baja por lo que son más aquellas enfermedades laborales que permiten continuar con las obligaciones profesionales, un total de 1.723 según los datos que maneja Osalan.

Enfermedades más habituales

En lo que respecta a las enfermedades con mayor tasa de incidencia, los últimos datos de Osalan se fijan en 2023, cuando en Gipuzkoa las más habituales estaban relacionadas con los tendones, las inserciones musculares y el tejido conectivo. A más distancia se encuentran las neuropatías periféricas por compresión que provocan dolores en pies y brazos, la hipoacusia por ruido y las enfermedades de la piel.

Otro tipo de casos tiene una incidencia en Gipuzkoa sensiblemente inferior, como los respiratorios de tracto superior, las enfermedades infecciosas, las que afectan al ojo o el asma y causadas por inhalación de sustancias perjudiciales.

Perfiles

En Gipuzkoa, el perfil más habitual de quien presenta una enfermedad laboral corresponde a un hombre que trabaja en la industria y tiene 50 años o más, seguido de un hombre del mismo tramo de edad que desempeña su labor en agricultura y de una mujer mayor de 50 años con un puesto de trabajo en la industria. En el conjunto de la CAV, la mayor incidencia la presentan los hombres de Bizkaia con 50 años o más que trabajan en la industria. El posterior es el mismo caso pero en Gipuzkoa, a quienes siguen los hombres que tienen entre 39 y 49 años de Bizkaia del mismo sector y las mujeres industriales alavesas de entre 16 y 29 años.