La igualdad de género en la industria no es una cuestión de imagen ni de derechos humanos: es un factor clave para aumentar la competitividad y garantizar el desarrollo sostenible del sector. Las empresas están entendiendo que aquellas que apuestan por la igualdad de género no solo avanzan en términos de justicia social, sino que también se vuelven más competitivas y rentables. No obstante, los datos muestran que aún queda mucho camino por recorrer.

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El peso del empleo industrial en Euskadi

La industria sigue siendo un pilar económico clave en Euskadi, donde su peso (24,2%) supera al del conjunto del Estado (17,4%), Francia (13,3%) o incluso la Unión Europea (20,6%). Este dato refleja la importancia de un sector que ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos y que continúa siendo fundamental para el crecimiento económico.

Sin embargo, el verdadero reto se encuentra en la composición de su fuerza laboral. Aunque las mujeres representan más del 48% de la población con empleo remunerado en Euskadi, su presencia en el sector industrial apenas alcanza el 22,1%, según datos de Eustat de 2023. La brecha es especialmente visible en los subsectores que lideran el empleo industrial vasco. Por ejemplo, en metalurgia y productos metálicos —que concentra el 32,9% de los empleos industriales—, las mujeres apenas alcanzan un 15,7%.

Las pocas excepciones se encuentran en sectores tradicionalmente asociados a una mayor presencia femenina, como el textil (69,3%), productos farmacéuticos (61,9%) e industrias alimentarias (41,7%). Sin embargo, estos no representan la base del tejido industrial vasco, por lo que su impacto global en el empleo femenino en la industria es limitado.

24%

Un sector fundamental

La industria sigue siendo un pilar económico clave en Euskadi, donde su peso (24,2%) supera al del conjunto del Estado (17,4%)

22%

Presencia de la mujer

Aunque las mujeres representan más del 48% de la población con empleo remunerado en Euskadi, su presencia en el sector industrial apenas alcanza el 22,1%

17%

Brecha salarial

el industrial es uno de los ámbitos donde más se agudiza la diferencia entre el salario que cobra un hombre y una mujer, situándose en un 17,2% de diferencia


5%

Profesionales STEM

Solo el 4,8% de las mujeres ocupadas en España trabajan en puestos STEM, lo que supone apenas el 27% de la ocupación total en este ámbito

 

Una brecha salarial persistente

Otro aspecto que pone de relieve la desigualdad de género en el sector industrial es la brecha salarial. Según un informe de Emakunde, el industrial es uno de los ámbitos donde más se agudiza la diferencia entre el salario que cobra un hombre y una mujer, situándose en un 17,2% de diferencia. Solo le supera el sector de los servicios, con un 21,8% de brecha, un dato que evidencia la necesidad de seguir avanzando en políticas de igualdad retributiva.

Acceso, desarrollo y liderazgo: las tres claves del cambio

El estudio Mujer e Industria, elaborado por Cristina Oyón, directora de Tecnología, Innovación y Sostenibilidad en SPRI, identifica tres ejes esenciales para incrementar la presencia de las mujeres en el ámbito industrial: acceso, desarrollo y liderazgo.

Superar barreras desde la educación

El primer obstáculo para la incorporación de las mujeres a la industria se encuentra en la educación, especialmente en las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Aunque las mujeres representan el 48% de la fuerza laboral en general, su participación en el ámbito STEM es significativamente baja. Solo el 4,8% de las mujeres ocupadas en España trabajan en puestos STEM, lo que supone apenas el 27% de la ocupación total en este ámbito.

La situación en la Formación Profesional es aún más preocupante: solo un 13,5% de las alumnas optan por ciclos industriales o tecnológicos, frente al 86,5% de hombres. En algunas especialidades industriales, la presencia femenina es prácticamente inexistente.

Además, según Eurostat, en Europa solo 2 de cada 10 especialistas en TIC son mujeres. Este dato subraya la importancia de promover vocaciones técnicas desde edades tempranas. Algunas empresas ya están trabajando en alianzas con universidades y centros de FP para facilitar el acceso de las mujeres al sector, conscientes de que el talento femenino es clave para el futuro de la industria.

Mujer en fabrica. N.G

Romper el techo de cristal en el desarollo profesional

Una vez dentro del sector, las mujeres siguen encontrando obstáculos para su desarrollo profesional. La representación femenina disminuye de manera significativa a medida que se asciende en el organigrama: ocupan el 33% de los puestos de nivel junior, un 24% en nivel medio, solo un 15% en posiciones senior y apenas el 9% en la dirección general.

Las empresas que apuestan por el desarrollo del talento femenino implementan medidas como la formación en igualdad, políticas de conciliación y la eliminación de sesgos en los procesos de promoción. Un entorno laboral inclusivo y condiciones de trabajo flexibles son esenciales para que las mujeres puedan desarrollar su potencial en el sector industrial.

En Euskadi, el 88% de las empresas con más de 50 empleados ya cuentan con planes de igualdad, y algunas han comenzado a aplicar análisis de igualdad en los puestos de trabajo, mejorando la ergonomía y adaptando las condiciones laborales para crear entornos laborales más inclusivos.

Fabrica

Liderazgo, el gran desafío pendiente

La representación femenina en los puestos de liderazgo industrial es especialmente baja. Según el II Informe sobre Igualdad y Liderazgo en la Industria Vasca, solo una de cada cinco empresas industriales en Euskadi está liderada por una mujer. Para revertir esta situación, es fundamental implementar programas de mentoría, establecer objetivos de diversidad en cargos estratégicos y fomentar modelos de liderazgo inclusivo.

Los datos muestran que la igualdad de género en las estructuras organizativas no solo es una cuestión de justicia social, sino también de competitividad. El 56% de las empresas más equitativas son también las más competitivas, con mejores resultados en términos de facturación, creación de empleo, innovación e internacionalización.

El camino hacia una industria más equitativa

La transformación del sector industrial hacia un sector más inclusivo no es solo una cuestión de igualdad, sino de futuro. Las empresas con mayor diversidad de género no solo ofrecen un entorno laboral más justo, sino que también son más innovadoras, resilientes y rentables.

Para lograrlo, es imprescindible un cambio cultural que vaya más allá de las cifras. Se necesitan políticas activas que impulsen la presencia femenina en todas las fases de la carrera profesional: desde el acceso a los estudios técnicos, pasando por el desarrollo de carreras, hasta alcanzar los puestos de liderazgo. Promover vocaciones STEM entre las niñas, eliminar los sesgos de género en los procesos de selección, implantar planes de igualdad efectivos y fomentar un liderazgo inclusivo son pasos clave para que la industria del futuro sea realmente equitativa.

Mujer e industria

El verdadero reto no es incorporar más mujeres al sector, sino garantizar que tengan las mismas oportunidades de crecimiento y liderazgo. Porque solo con una industria diversa e inclusiva se podrán afrontar con éxito los desafíos del futuro y contribuir así a conformar una sociedad más justa y competitiva.