La movilidad sostenible es un concepto muy amplio que va más allá de la movilidad de las personas.

Efectivamente, cuando hablamos de movilidad, lo primero que nos viene a la cabeza es cómo se mueven las personas, pero más allá del transporte de personas, el transporte de mercancías juega un rol fundamental en la sostenibilidad de la movilidad. En ese sentido, tanto en un caso como en el otro, sigue predominando el motor de combustión y el vehículo privado, porque hasta ahora ha sido eficaz, y este es el principal desafío que tenemos. Diría que en este momento nos encontramos en plena transición de modelo de movilidad y tenemos mucho camino por delante. 

¿Cuáles son los principales desafíos a los que nos enfrentamos a nivel de movilidad?

A nivel mundial tenemos ciudades cada vez más grandes y más habitadas que tienen que enfrentar diversos desafíos entre los que están los del ámbito de la distribución urbana y la movilidad. En ese sentido, tenemos que dar un paso adelante y cambiar las formas de hacer actuales por modelos innovadores. Volviendo a la pregunta, diría que el principal reto que tenemos es desbancar al vehículo privado, y apostar por una movilidad compartida, pública y colaborativa.

¿Cómo está posicionada Gipuzkoa para hacer frente a los desafíos que nos vienen?

Por un lado, Gipuzkoa es un territorio con grandes capacidades, ya que contamos con una red de transporte público que conecta a todo el territorio. Otro aspecto importante son las iniciativas que se están desarrollando para promover una forma de moverse más sostenible para ir al trabajo, como pueden ser autobuses o vehículos compartidos. Por otra parte, Gipuzkoa cuenta con un tejido industrial asentado y referente, reconocido a nivel mundial, con empresas tractoras y pioneras, con pymes y startups tecnológicas que desarrollan productos innovadores y con centros tecnológicos que tienen líneas exclusivas dedicadas a la movilidad sostenible. Otra de las fortalezas son las instituciones, que juegan un rol fundamental como agentes facilitadores, promoviendo herramientas como la innovación, o estrategias como Mubil en Gipuzkoa.

Lo cierto es que con pequeños gestos como utilizar el transporte público en lugar del coche podemos hacer mucho, pero para actuar de manera individual, tenemos que promover un cambio de mentalidad…

Sin ninguna duda. Está en cada uno de nosotros cambiar los hábitos, pero no solo se trata de apostar por la bicicleta o el tren. En el ámbito de las mercancías, cada vez compramos más por Internet porque es muy cómodo que nos lleven los pedidos a casa y es fundamental promover la sostenibilidad también en el transporte de bienes.

¿Qué pasos tenemos que dar para conseguir ese objetivo?

Nos encontramos en plena transición y lo que tenemos que hacer es facilitar el viaje. Eso supone promover la colaboración público-privada entre todos los agentes del territorio. Todo ello es una oportunidad para mejorar la movilidad de mercancías y personas en el territorio, y avanzar así hacia un territorio más competitivo. También es una oportunidad para la industria, y es que tenemos una industria muy bien posicionada en el sector de la movilidad y la logística, y toda esta transición nos va a permitir no solo mantenerla, sino alimentarla mediante innovación, espacios de testeo, etc.

La innovación y la tecnología juegan un papel fundamental en todo esto.

Tanto desde el punto de vista de la movilidad de personas, como de bienes, la innovación tiene sus máximos exponentes no sólo en la tecnología, sino también en las soluciones que ésta favorece y en la transición energética y social. No es posible desvincular unas de otras. Sirvan como ejemplo los modelos de movilidad colaborativa: todo tipo de vehículos compartidos. Conocemos todos los más locales, como sistemas públicos de bicicleta. Y también otros de iniciativa privada, como coches, motos o patinetes compartidos. Y existen también modelos aplicados a vehículos de transporte con cargas compartidas o con trayectos multimodales optimizados. El Clúster tiene como pilares básicos el avance tecnológico, la seguridad y la sostenibilidad, es decir, una movilidad de personas y de mercancías más inteligente, eficiente, sostenible y limpia. Y se aplica tanto en la propia movilidad, como en las infraestructuras que la sustentan. Buen reflejo de ese compromiso de avance es la cifra de inversión en innovación de nuestros socios, que alcanza un 3,3%, más de 400 millones de euros.

¿Y en cuanto a combustibles?

En materia energética, es destacable el impulso que se están destinando a la transición de combustibles fósiles hacia otros vectores. No sólo hablando de electromovilidad, sino también de hidrógeno o de otras energías alternativas que están en el centro de todos los programas de apoyo al transporte, tanto públicos como privados, tanto individuales como colectivos. Tras la transición energética también se encuentra la innovación necesaria para implementarla de forma eficiente, segura y sostenible.

¿Qué iniciativas concretas impulsan desde el clúster para reducir el impacto ambiental 

 del transporte?

Por un lado, quiero destacar que todo lo que hacemos en el clúster lo llevamos a cabo desde la perspectiva de que tiene tener un impacto medioambiental sostenible. Para nosotros, una iniciativa que carece de carácter medioambiental, no tiene futuro. Además, estamos elaborando el plan estratégico centrándonos en cuatro áreas estratégicas: logística 4.0, movilidad urbana, movilidad conectada, y movilidad y logística limpia. Por otra parte, estamos trabajando con combustibles alternativos, porque no podemos aplicar el mismo criterio a un camión que transporta mercancía a Toulouse, o a una furgoneta de 

paquetería. También estamos calculando la huella de carbono para que toda la cadena de suministro sea sostenible. Otra área en donde estamos trabajando es la economía circular con un proyecto piloto para dar una segunda vida a las baterías de los autobuses y que puedan utilizarse en vehículos compartidos o bicicletas. Además, estamos centrados en la alineación de las empresas con los ODS y hemos lanzado un proyecto piloto en el que han participado media docena de empresas pertenecientes al clúster, con el objetivo de que en un futuro todas las empresas del clúster puedan trabajar en esa línea.

No se pueden crear productos sostenibles si uno mismo no lo es…

Está claro, la sostenibilidad empieza con el ejemplo. Para algunas organizaciones conllevará un cambio importante, pero también es una oportunidad medir si eres sostenible y promover iniciativas para serlo. Este va ser un factor diferencial de cara a la competitividad. Tenemos que ir cambiando y no podemos esperar a mañana. Pero también es cierto que 

si cambiamos rápido y mal, posiblemente eso suponga dar pasos hacia atrás. Lo importante es que sea una transición ordenada. Elaborar estrategias, promover la colaboración público-privada, hacer proyectos piloto y acompañar a las empresas es fundamental. En este camino agrupaciones como la nuestra constituyen un buen aliado para decidir qué pasos se deben dar.

¿Cómo va a ser la movilidad de Guipúzcoa en los próximos 20 años?

Será eficiente, segura, sostenible, resiliente, conectada, compartida y autónoma. Pero, sobre todo, debe apostar por el transporte público y colectivo, tanto en el transporte de personas como de mercancías.

“Tenemos una industria muy bien posicionada en el sector de la movilidad y la logística, y toda esta transición nos va a permitir no solo mantenerla, sino alimentarla”


“Estamos en una época de transición en cuanto a movilidad, lo que nos plantea desafíos y también muchas oportunidades”


Fernando Zubillaga, gerente del Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi

Fernando Zubillaga, gerente del Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi N.G.