El récord de empleo alcanzado el año pasado en Euskadi viene acompañado del mayor volumen de asalariados indefinidos en la economía vasca. Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) hechos públicos ayer, la CAV cerró 2023 con 670.800 trabajadores por cuenta ajena con contrato fijo, lo que supone 31.600 más que el año precedente, que había marcado el anterior registro máximo. En 2022 se superaron por fin los datos del récord de 2010, pero con un leve crecimiento que no alcanzó el 1%. La dinámica se ha acelerado y el ritmo del curso pasado casi multiplica por seis el crecimiento.
De modo que el mercado laboral vasco está a punto de alcanzar una relación entre empleo fijo y temporal significativa. Casi ocho de cada diez asalariados tiene en estos momentos contrato indefinido. La correspondencia era de siete a diez en 2006, primer dato de la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE). La barrera del 80% de empleo indefinido estuvo al alcance también en 2013, pero el avance de la contratación temporal frenó el avance. Las previsiones de creación de puestos de trabajo para este año apuntan que la dinámica se reforzará con otro máximo histórico.
Bajando al detalle, la EPA que hace balance de 2023 refleja diferencias en función del sexo. Así, aunque las mujeres suponen un 49,3% del total de asalariados de la CAV, el porcentaje baja hasta el 47% en el empleo indefinido. En la otra cara de la moneda, el 58% de los contratos temporales están firmados por mujeres.
La feminización de los servicios conlleva que ellas ocupen el 60% del total de los puestos del sector. En cambio, son el 20% de la industria y el 16% de la construcción. El 73,6% de los asalariados vascos trabajan en actividades terciarias y el 21,5% lo hacen en empresas manufactureras. Solo un 4,4% opera en el ladrillo, mientras que el sector primario no llega al 0,5%.
Salvo el colectivo entre 35 y 44 años, todos los grupos de edad de referencia –de 16 a 19 años también retrocede ligeramente– registraron el año pasado crecimiento en su número de asalariados indefinidos.
La mayoría de ellos, casi un tercio del total, tiene entre 45 y 54 años. El envejecimiento de la población se nota en el mercado laboral y el 51% de los asalariados tiene más de 44 años. La buena noticia para el relevo en las empresas es que el grupo que más creció el año pasado es el de las edades comprendidas entre 18 y 24 años, que ya supone el 19% de los contratos indefinidos frente al 17,4% de 2018, justo antes de la pandemia del covid.
Tiempo de trabajo
En cuanto a la calidad del empleo, aunque el INE no detalla el tipo de jornada de los asalariados indefinidos, los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) pueden tomarse como referencia general en este sentido. El año pasado se firmaron casi 163.200 contratos indefinidos en Euskadi, una cifra que supera el incremento de empleo registrado porque en el balance final hay que restar las jubilaciones y los despidos, así como los movimientos de personal de una empresa a otra.
Las contrataciones fijas a tiempo completo fueron cerca de 75.500, un 46,3%. Aproximadamente un tercio de los nuevos indefinidos de 2013 –52.310– tienen jornada a tiempo parcial. El resto, un 21,5%, es fijo discontinuo: tiene garantizado su puesto pero no trabaja los doce meses del año. En este último caso están algo más de 35.000 vascos.
Los nuevos modelos de fijos limitan el recorrido del tiempo completo, si bien con menor intensidad que en el conjunto del Estado. Además, hay que tener en cuenta que, a pesar de que el tiempo parcial no es la opción escogida de forma voluntaria por muchas personas asalariadas, también hay algunas que se acogen a reducciones de jornada para conciliar vida familiar y laboral.
Lo que es evidente es que las mujeres también son las más expuestas a esas contrataciones con menos tiempo de trabajo y que para muchas es su recurso para entrar o mantenerse en el grupo de afiliados a la Seguridad Social.
Con todo, según los últimos datos disponibles, los de enero, el año ha arrancado con porcentaje de contratos indefinidos del 55% en Euskadi, que es una de las comunidades que menos utiliza el contrato fijo discontinuo, la mitad de la media Estatal.