La economía vasca proseguirá su senda de crecimiento el próximo año pese a la debilidad que se empieza a reflejar en las economías del entorno europeo, en concreto, en Alemania y Francia, y que inciden negativamente en las exportaciones, uno de los puntos fuertes de la economía de Euskadi, que se compensará por el consumo y los servicios.
Así, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, en una entrevista en Onda Vasca auguró que el crecimiento previsto para la economía de Euskadi es “importante”, con un 1,7% para este año y un 2,1% para el año que viene que “en principio no parece excesivo” pero que es “bastante más que lo que va a crecer el entorno europeo”.
Además, subrayó que este crecimiento “va a seguir permitiendo crear empleo, 13.000 más o menos este año, unos 16.000 el año que viene”, lo que hará que la tasa de paro se sitúe por debajo del 7%, “un dato muy importante”, teniendo en cuenta que el objetivo para el fin de la legislatura era bajar del 10%.
Por su parte, Laboral Kutxa rebaja ese crecimiento el próximo año “entre el 1 y el 1,5%” y mantiene para 2023 su estimación de julio, con un aumento del 1,7% del PIB vasco y una tasa de paro del 8,2%, según dio a conocer el director del Departamento de Estudios de la entidad, Joseba Madariaga, durante un encuentro anual que organiza la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi (ADYPE) en el que también participó el director de Economía Española de CaixaBank, Oriol Aspachs.
Este último avanzó las previsiones de crecimiento de la economía estatal que situó en el 2,4% para el presente ejercicio, que se ralentizará “hasta el 1,4% en 2024”, si bien “con un perfil de menos a más a lo largo del año, a medida que vaya mejorando el entorno exterior y la confianza de los agentes, así como la ejecución de los fondos Next Generation de la UE”.
Ambos analistas apuntaron a “una debilidad, que no recesión, en un contexto complejo, con una cierta desaceleración en los próximos trimestres” para el conjunto de las economías, que se traducirá, en el contexto europeo, en “una debilidad que nos sitúa en situación de fragilidad a corto plazo”.
En la conferencia ofrecida ayer en Bilbao surgió la cuestión de los tipos de interés, que también abordó horas antes el consejero vasco de Economía y Hacienda. Pedro Azpiazu consideró en la entrevista radiofónica que los tipos de interés no subirán más, al haber cumplido su función.
Inflación y tipos de interés
En concreto, calificó de “buenos” los datos de inflación dados a conocer el pasado miércoles, que señalan que el IPC avanzado cedió en el Estado en noviembre tres décimas hasta el 3,2%, su menor nivel desde agosto, mientras que la inflación subyacente descendió hasta el 4,5%.
“La inflación ya está bastante controlada”, afirmó el consejero vasco, lo que atribuyó a las sucesivas alzas en los tipos de interés aplicadas por el Banco Central Europeo BCE y por la Reserva Federal de Estados Unidos FED.
Una vez alcanzado este nivel de control, Azpiazu consideró que las subidas “pueden ya haber llegado a su fin”. Incluso añadió que “el mercado ya puede empezar a pensar que en un futuro se puede ir volviendo un poco a tipos de interés más bajos”.
El director de Economía Española de CaixaBank coincidió con Pedro Azpiazu en marcar una parada en la senda alcista de los tipos aplicados por el BCE y la FED, aunque opinó que este techo se mantendrá unos meses. Según apuntó, “el mercado no anticipa bajadas hasta mediados de 2024”, cuando podría comenzar a sentirse de forma más notoria los efectos de estas decisiones.
Al respecto, Oriol Aspachs afirmó que todavía no se ha alcanzado el efecto “máximo” que buscan las instituciones europea y norteamericana con las subidas de los tipos de interés, en lo que coincidió con las afirmaciones realizadas unos días antes por Christine Lagarde, presidenta del BCE.