Laboral Kutxa prevé un crecimiento de la economía vasca en 2024 "entre el 1 y el 1,5%" y mantiene para este año su estimación de julio, con un aumento del 1,7% del PIB vasco y una tasa de paro del 8,2%.

Estas previsiones han sido dadas a conocer este jueves por el director del Departamento de Estudios de la entidad, Joseba Madariaga, en el encuentro anual que organiza la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi (ADYPE) en Bilbao sobre perspectivas económicas para 2024 y en el que también ha participado el director de Economía Española de CaixaBank, Oriol Aspachs.

Ambos responsables han repasado en sucesivas intervenciones las previsiones de sus respectivas entidades, tanto para el contexto actual y el presente ejercicio, como de cara al próximo año a nivel mundial, de la eurozona y de las economías española y vasca.

En este sentido, tanto Madariaga como Aspachs han apuntado a "una debilidad, que no recesión, en un contexto complejo, con una cierta desaceleración en los próximos trimestres" para el conjunto de las economías, que se traducirá, en el contexto europeo, en "una debilidad que nos sitúa en situación de fragilidad a corto plazo".

Menos dinamismo en el sector industrial

Joseba Madariaga se ha encargado de la situación en Euskadi para subrayar que la economía vasca muestra, cerca del cierre de 2023, "menor dinamismo que la del conjunto de España", una debilidad que ha atribuido al binomio industria y exportaciones, causantes ambas de esa ligera desaceleración vasca respecto a la estatal.

Según ha dicho, por un lado, la caída del 0,3% hasta agosto de la producción industrial, respecto a 2022, junto a indicadores como la cifra de negocios o la inversión en bienes de equipo, "corroboran la pérdida de dinamismo del sector industrial vasco".

Por otro lado, y en lo que respecta a las exportaciones, "el estancamiento" de las principales economías europeas, como Alemania o Francia, mercados a los que Euskadi exporta, "están suponiendo un lastre para Euskadi tras un primer trimestre muy positivo".

En el lado positivo a nivel de Euskadi, Madariaga ha situado al consumo y al sector servicios porque, pese a que la confianza del consumidor se encuentra en valores negativos, "las tasas de crecimiento trimestrales han mostrado cierta solidez, y en el sector servicios tanto la ocupación como la cifra de negocios resisten", si bien "es cierto que se empieza a detectar cierto agotamiento", ha reconocido.

"Sorprendente fortaleza" del mercado laboral vasco

En este punto, el analista de Laboral Kutxa ha subrayado la "sorprendente fortaleza" del mercado laboral vasco, donde el número de parados registrados está "en mínimos desde 2008" (106.725 personas) y "la cifra de afiliación en máximos históricos" (1.008.688 personas).

Con este escenario, y tras remitir a las previsiones concretas que Laboral Kutxa realizará a mediados de diciembre, en principio, para el servicio de Estudios de Laboral Kutxa, "el escenario para 2024 hace pensar en "una horquilla de crecimiento entre el 1% y el 1,5%", ha concluido Madariaga.

En su análisis de la evolución de la economía global, han apuntado que el conflicto entre Israel y Hamás en la franja de Gaza ha abierto "un nuevo foco de incertidumbre".

En este contexto, los efectos económicos, por ahora, "han sido limitados" ya que los principales canales de contagio serían la confianza de los hogares y empresas y el alza de los precios de la energía.

Ya centrados en la eurozona, consideran que sus economías arrastran varios trimestres de "crecimiento anémico", lastrados por la debilidad en Alemania. A su juicio, distintos indicadores económicos apuntan a una continuación de la debilidad en la zona euro y a una moderación del crecimiento de Estados Unidos en el último trimestre de este año y comienzos del 2024.  

Tipos de interés

Ambos analistas han aludido a la evolución de los tipos de interés, en especial en la eurozona por la política del Banco Central Europeo. Mientras Aspachs ha afirmado que "el efecto máximo de las subidas de tipos aún tiene que notarse" y que, en cualquier caso, "el BCE y la Fed podrían haber alcanzado el pico en el ciclo de subidas de tipos de interés", si bien su intención es mantenerlos elevados por un tiempo, dado que "el mercado no anticipa bajadas hasta mediados de 2024", Madariaga se ha ceñido al ámbito estrictamente europeo.

A su juicio, fue la guerra entre Ucrania y Rusia la que "marcó el inicio de una fase de subidas del tipo de interés por parte del BCE, acompañada por un progresivo debilitamiento del crecimiento del PIB que ha desembocado en una leve corrección de -0,1% el tercer trimestre de 2023 frente al trimestre previo", ha trasladado.

Madariaga ha criticado la política monetaria "restrictiva" del BCE, que, a su entender, "está tirando hacia la desaceleración" de la eurozona" y ha afirmado que, tras alcanzar techo, considera que "los tipos en Europa estarán en ese techo bastantes meses y no bajarán hasta la segunda mitad de 2024.

Este marco de crecimiento estancado contrasta, ha añadido, con las magnitudes del mercado laboral, tanto en el Estado como en Euskadi, donde, en concreto, se da "una tasa de paro en mínimos históricos" y "una tasa de ocupación en la que parece apreciarse cierta desaceleración", ha afirmado.

En lo relativo a la inflación, ha precisado Madariaga, "parece razonable pensar que este cuarto trimestre los valores se estabilicen en torno al 3%, en el caso del índice general, y el 4% en el caso del subyacente", para pasar a valores "en torno al 2,6% y 3,3% el primer trimestre de 2024 respectivamente".

Con estos datos, las expectativas pasan, según Madariaga, por "un crecimiento débil en la Eurozona, en torno al 0,5%, y con una expectativa de crecimiento medio de los precios del 2,5% en 2024".   

Economía del Estado

En el marco estatal, Oriol Aspachs ha recordado que la economía española, aunque se ha desacelerado en el tercer trimestre del año, "está mostrando un comportamiento más robusto que las principales economía europeas".

El PIB ya se sitúa un 2,1% por encima del nivel prepandemia, con un "menor empuje de la demanda externa que acusa la debilidad de nuestros principales socios europeos". Sin embargo, destaca "el brío" del consumo de las familias, "impulsado por el crecimiento de su renta".

Así, para este 2023, CaixaBank prevé "un crecimiento del PIB del 2,4%", que se ralentizará "hasta el 1,4% en 2024", si bien "con un perfil de menos a más a lo largo del año, a medida que vaya mejorando el entorno exterior y la confianza de los agentes, así como la ejecución de los fondos Next Generation de la UE".

En cuanto a la inflación, se prevé que en 2024 se mantendrá "algo por encima del 3%". Sin embargo, sí esperan una moderación de la inflación subyacente, que prevén que pase "de crecer un 4,6% en 2023, a un 3% en 2024", ha dicho Aspachs.

Finalmente, en el posterior coloquio moderado por el decano de la Facultad de Economía y Empresa de la UPV/EHU, Jon Barrutia, se han abordado los retos para la industria de la transición energética.

Respecto a Euskadi, Madariaga ha afirmado que se trata de un reto muy complicado porque aunque "la dirección está clara, hay muchas dudas acerca de cómo llegar a ese estadio final".

En este punto ha dicho que, desde que se inició este proceso, "con el paso del tiempo veo muchas dificultades" porque, "posiblemente, una de las causas de las debilidades del sector industrial vasco apuntadas está relacionada con que hay una parte de ese sector que está ya, de alguna manera, tratando de ir adaptándose a ese nuevo entorno".

Madariaga ha mostrado "cierta preocupación" por el peso que las pymes tienen en la economía de Euskadi, un segmento donde la transición es "un poco más difícil que en la gran industria que puede afrontar mejor una transición de estas características".