La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que el Euskadi logrará un superávit del 0,2 % del PIB en 2023, frente al déficit del 0,1 % que prevé el Gobierno vasco.

Este organismo ha dado a conocer sus previsiones para este año y por primera vez ha hecho una proyección de la evolución de la economía vasca hasta 2028.

Advierte de que a diferencia de lo ocurrido en años anteriores, cuando las reglas fiscales estuvieron suspendidas para hacer frente a las consecuencias económicas derivadas de la pandemia y la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania, a partir de 2024 volverán a estar en vigor.

De este modo calcula que Euskadi cerrará 2023 con un superávit del 0,2 % y que en 2024 este será del 0,4 % frente al déficit del 0,6 % previsto de media para este año en el conjunto de comunidades y un superávit del 0,2 % para el año que viene.

Esta mejora para 2024 en Euskadi se producirá fundamentalmente por un incremento de los ingresos a percibir de las diputaciones forales "que permitirá absorber un crecimiento del gasto", explica. El Gobierno vasco ha calculado sin embargo que en 2024 tendrá un déficit del 0,3 % del PIB.

Mejora progresiva del saldo hasta 2026

Por contra la AIReF prevé que los recursos de Euskadi en 2024, sin tener en cuenta los fondos del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR), aumentarán un 5 % hasta alcanzar el 16,2 % del PIB.

A medio plazo, estima que en Euskadi habrá una mejora progresiva del saldo hasta 2026 y más moderada en 2027 y 2028.

Concretamente cree que obtendrá un superávit del 0,6 % en 2025 (en el conjunto de comunidades sería del 0,0 %), alcanzaría el 0,8 % de superávit en 2026 (-0,1 % de media en el conjunto de CCAA), el 0,9 % en 2027 y bajaría al 0,8 % en 2028 (esos dos años tendrían signo negativo de media en las CCAA de un 0,1 %).

En cuanto a la deuda pública, la AIReF considera que la de Euskadi se situará al cierre de 2024 en el 10 % del PIB. Fue del 13,5 % en 2022, pero la ratio mejoraría en 2023 por efecto de la aplicación de excesos de financiación procedentes de ejercicios anteriores, por el crecimiento previsto del PIB y por el superávit previsto para la comunidad para este ejercicio.

Como recomendación, la AIReF ya advirtió al Gobierno vasco en su anterior informe de julio de que evitase incrementar los gastos que no tengan financiación permanente, al margen de los fondos europeos, y que tuviese en cuenta que en 2024 se aplicaría la regla de gasto.

Además recuerda que 2024 será el año en que se irán desactivando las medidas excepcionales puestas en marcha en ejercicios anteriores para afrontar la crisis sanitaria, la energética y la derivada del conflicto de Ucrania.

Por todo ello, este organismo considera "estratégico" abordar el problema del reto demográfico y sugiere "poner el foco en la atención a la juventud" mediante el apoyo a los procesos de emancipación.