Las fábricas mantienen el dinamismo en Euskadi en medio de la niebla cada vez más densa de la ralentización. En un contexto muy complejo, la producción industrial vasca acumula un retroceso del 0,7% este año, según los últimos datos hechos públicos por Eustat. Es un porcentaje que no enciende las luces rojas de alarma. Al contrario, pone en evidencia la fortaleza del sector transformador en la Comunidad Autónoma Vasca.

Los dientes de sierra marcan la pauta del curso. La actividad cayó un 2,1% en agosto en términos interanuales, pero el año arrancó con fuerza y el balance global no es tan negativo como se podía esperar en el actual contexto de incertidumbre y precios desbocados.

De hecho, en gran medida el ajuste a la baja de la actividad industrial vasca está ligado al frenazo al refino de crudo en Petronor. La producción de energía, básicamente ligada en Euskadi a la refinería de Muskiz, ha caído un 28,3% entre enero y agosto en gran medida por la caída de las precios del petróleo, que repercute en segunda ola en las ventas de la petrolera. Son en este caso datos del Instituto Nacional de Estadística, que apuntan a que la caída en el conjunto del Estado del capítulo energético es de solo el 4,4%, porque su actividad está más diversificada.

En cambio, si se pone el foco en los bienes intermedios, la producción que alimenta a su vez a otras fábricas, la situación es notablemente mejor en Euskadi. Aquí el descenso es el triple (3,1%) en el Estado que en la CAV. Es decir, la cadena de proveedores locales de la industria vasca está, en líneas generales, funcionando mejor.

En el resto de segmentos la situación también es más favorable. Las fábricas de bienes de consumo han avanzado un 6,7% en Euskadi frente al 0,8% estatal. Esta evolución es fruto de un repunte del consumo duradero del 10,3% y un avance del 5,9% en el no duradero. La media del Estado es del 0,8% en los bienes duraderos y del -1,7% en los no duraderos. Euskadi sigue creciendo en el resto de actividad a pesar de cuestiones tan fuera de control como del descenso de las importaciones de las empresas alemanas, que son el principal destino del comercio exterior de la economía vasca. El descenso hasta agosto es del 0,4%, un resultado neutro que cuenta con algunas buenas noticias de cara a futuro.

Los nuevos pedidos de las fábricas en Alemania registraron también el pasado mes de agosto un rebote del 3,9%, después del desplome del 11,3% observado en julio, según datos de la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis).

Asimismo, los nuevos pedidos, excluidos los encargos a gran escala, también aumentaron un 3,9% en agosto en comparación con el mes anterior. En términos interanuales, los nuevos pedidos de la industria alemana experimentaron un retroceso del 4,2% en agosto, frente al descenso del 10,1% registrado el mes anterior.