La recaudación acumulada en Gipuzkoa en los cuatro primeros meses del año creció un 2,3% con respecto al año anterior, al ingresar 1.263 millones de euros. Según explica la Hacienda del territorio, se observa una moderación en el ritmo de crecimiento recaudatorio, lo que atribuye al impacto de las diferentes medidas extraordinarias para hacer frente a la inflación que se ha disparado como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.

La información aportada ayer por el Departamento foral de Hacienda y Finanzas aporta varias razones de la buena evolución de la recaudación, aunque ralentizada con respecto a años anteriores. Por un lado, cita un incremento en las retenciones sobre los rendimientos del trabajo en un contexto muy positivo para el mercado laboral guipuzcoano, con un récord de afiliación a la Seguridad Social y con la tasa de paro en mínimos.

También contribuye un aumento de ingresos procedentes de las retenciones sobre rendimientos de capital inmobiliario y del IVA. A pesar de la reducción de este impuesto en determinados productos considerados esenciales, la elevada inflación pasa factura a los bolsillos de la ciudadanía y eleva la cantidad destinada a las arcas forales. Una caída de las devoluciones por IVA y una reducción del pago por ajustes con el Estado de impuestos especiales completan las razones que explican la evolución al alza de la recaudación en Gipuzkoa.

En el lado opuesto, las razones por las que este incremento se limita al 2,3% que cita la Hacienda del territorio son el aumento de las devoluciones por la cuota diferencial del IRPF y el retroceso en los ingresos de las retenciones sobre ganancias patrimoniales y en los que corresponden a los ajustes del IVA.

Tributos

La Hacienda de Gipuzkoa ha recaudado casi 30 millones de euros más por el IVA de gestión propia con un crecimiento del 7,5%. Según explica, se debe a la recuperación a través de ajustes interterritoriales de la parte de este tributo generada en el territorio.

Los otros dos impuestos principales, en cambio, presentan una evolución negativa. Las arcas forales recaudaron por IRPF 4,9 millones menos que en los cuatro primeros meses del año anterior, aunque las retenciones por rendimientos de trabajo crecieron un 7,8% con 41,8 millones más recaudados. El Impuesto sobre Sociedades, por su parte, aportó 600.000 euros menos que el pasado ejercicio.