El Banco de España prevé que la cesta de la compra seguirá subiendo de forma acelerada a lo largo del año. De hecho, en su informe trimestral divulgado ayer, señala que los precios de los alimentos serán un 12,2% más altos que al cierre del año pasado, casi 4,5 puntos por encima de la proyección que hizo en diciembre –entonces, situó la inflación de los alimentos en el 7,8%–. En 2024 la presión de los alimentos seguirá siendo alta, con una subida del 4,6%, dos puntos por encima de lo previsto, mientras que en 2025 el alza será del 3,3%.

Sin embargo, la situación general mejora ligeramente, según el Banco de España, que ha revisado al alza su proyección de crecimiento para este año hasta el 1,6% frente al 1,3% que preveía en diciembre. Y también recorta en 1,2 puntos su pronóstico de inflación media anual hasta el 3,7%. La entidad achaca este descenso a “la significativa reducción de los precios de los bienes de consumo energéticos en los últimos meses”. Así, el precio de la energía será un 13,6% más bajo que en 2022. En cuanto a la inflación subyacente (sin contar energía ni alimentos no elaborados), su reducción se prevé “más lenta” y las dinámicas más recientes apuntan a que “empezará a moderarse en torno a la primavera”, para situarse en el 3,9% de media este año.

De acuerdo con las proyecciones macroeconómicas de la economía española para el periodo 2023-2025, publicadas ayer por la entidad, el Producto Interior Bruto (PIB) recuperará su nivel previo a la pandemia en el segundo semestre de este año. El aumento de la previsión del PIB se explica por el crecimiento mayor de lo esperado en 2022, por la mejora de las perspectivas de la actividad a escala global (tras la apertura de la economía china), por la intensificación del crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social y por la recuperación de la actividad turística. Todo ello, así como la mejora de la percepción de las empresas acerca de la evolución de su facturación en el primer trimestre de 2023, compensaría el impacto negativo asociado al alza de los tipos de interés, según la entidad.

La actividad económica en los últimos trimestres ha sido más resiliente de lo que se esperaba, pero ello no ha evitado una “acusada ralentización en el ritmo de avance del PIB” y uno de los motivos es el endurecimiento de la política monetaria para frenar la inflación, lo que afecta directamente al consumo y la inversión. Pero a ello se suma también el curso de la guerra en Ucrania y las dudas sobre las implicaciones del abandono de China de la política de covid cero, ya que puede presionar la inflación al alza al crecer la demanda a escala global.

BBVA Research

Euskadi crecerá al 1,3% en 2023. En 2024, el 2,9%.

BBVA Research ha elevado al 1,3% la previsión de crecimiento del PIB en Euskadi en 2023, ligeramente por debajo de la media del 1,6 del resto de comunidades, y prevé una subida del 2,9% para 2024, por encima del 2,6% que estima de media para el conjunto estatal. BBVA Research ha elevado la previsión de crecimiento del PIB de todas las comunidades este año, con un impulso especial de las regiones industriales –que se podrán aprovechar mejor de la resolución progresiva de los cuellos de botella y de la puesta en marcha de los fondos europeos Next Generation EU– y de las turísticas. La revisión está en línea con la mejora de la estimación para el conjunto del Estado.