Las previsiones se cumplieron. La Reserva Federal (Fed)de Estados Unidos, órgano que marca la política monetaria del país, sigue más preocupada por la inflación que por la incipiente crisis bancaria y subió ayer los tipos de interés otro 0,25%, lo que los sitúa en un rango objetivo de entre el 4,75% y el 5%. Además, ante las voces que sugieren cortar estos ascensos en el precio del dinero, la Fed dejó claro que todavía serán necesarias más subidas para doblegar el incremento de los precios y devolver la inflación al objetivo del 2%. Por otra parte, emitió un mensaje preocupante al rebajar la previsión de crecimiento en 2023, que quedó marcada en el 0,4% frente al 0,5% estimado en diciembre. 

Jerome Powell, presidente del banco central estadounidense, quiso subrayar en su intervención posterior al comité federal que las quiebras del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, además del rescate del First Republic Bank por 30.000 millones de dólares, no son asuntos que quiten el sueño a la Fed, que sigue enfocando todos sus esfuerzos en rebajar la inflación. “Nuestro sistema bancario es sano, resiliente, con un fuerte capital y liquidez”, indicó con rotundidad. No obstante, la Fed asumió que necesita “fortalecer la supervisión y la regulación” del sistema bancario y admitió las consecuencias que acarrea una subida que ahogue el crecimiento. “Es probable que los acontecimientos recientes resulten en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y empresas, y que pesen en la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos es incierto. El comité sigue muy atento a los riesgos de la inflación”, dijo en una nota.

Pese a la crisis bancaria, Powell subrayó que la Fed continúa “comprometida” con lograr una bajada de la inflación hasta el objetivo del 2%. En ese sentido, explicó que reducir la inflación requerirá de un periodo de crecimiento “por debajo de la tendencia” y una moderación de las condiciones del mercado laboral. “Restaurar la estabilidad de precios es esencial para allanar el camino para lograr el máximo empleo y precios estables a largo plazo”, avisó. 

Es decir, que tocan más esfuerzos a lo largo de este año, con la previsión de que los efectos positivos de todas estas medidas se aprecien en 2024. El de ayer es el noveno aumento de los tipos de interés por parte de la Fed en un año. La Reserva Federal dio en 2022 el paso de subir el precio del dinero sin muchas dudas, y la decisión de ayer confirma que no va a alterar su hoja de ruta, salvo que ocurra un descarrilamiento general de la economía. De hecho, la proyección central del instituto emisor apunta a que los tipos de interés se situarán en 2023 entre el 5,1% y el 5,6%, similar al 5,1% y el 5,4% proyectado en diciembre.

En cuanto a la evolución macroeconómica, la Fed empeoró ayer sus perspectivas. Así, redujo hasta el 0,4% el crecimiento del PIB del país en 2023, frente al 0,5 % estimado en diciembre, al tiempo que el de 2024 se incrementó en una décima, hasta el 1,9%. La Fed estima que el país cerrará el año con una tasa de paro del 4,5%, un 0,1% menos que la estimada hace tres meses.