Las economías se preparan para el cambio de ciclo. El viraje hacia menores tasas de crecimiento, un fenómeno con la inflación, la crisis energética y la geopolítica como componentes estructurales, ya ha comenzado. El alcance de las dificultades es objeto de análisis por parte de economistas y dirigentes, pero el punto de partida ante lo que llega es también fundamental. Desde 2021, la reactivación general de la economía ha permitido retomar, aunque no totalmente, los patrones de crecimiento previos a la pandemia. Y la economía vasca, que también experimenta ya síntomas de enfriamiento, se está asentando, sin embargo, sobre pilares que invitan a pensar que pueden ayudar a amortiguar un golpe severo. 

Recaudación

Los últimos datos del Consejo Vasco de Finanzas recogen, sobre el total de tributos concertados, que la recaudación de las haciendas forales en los primeros nueve meses del año alcanzó los 11.849 millones de euros, un 9,5% más que en el mismo período del año pasado. La alta inflación, que trae de cabeza a empresas y ciudadanos, empuja no obstante hacia arriba las arcas de las haciendas de los tres territorios por el efecto de la subida de precios. Los fuertes ingresos por Impuesto de Sociedades e IVA, principalmente, explican este incremento. Para el año que viene, la previsión es que crezca menos, alrededor de un 5%. 

Exportaciones

A pesar de que las importaciones (2.238 millones) fueron superiores a las exportaciones (2.170 millones) en el mes de agosto, el último del que hay datos oficiales, el saldo exterior acumulado en los ocho primeros meses de 2022 arroja un superávit superior a 2.000 millones de euros. El total de exportaciones de enero a agosto (21.389 millones) supone un 30,8% más que en el mismo período del año pasado, gracias sobre todo al tirón de la industria, y con un gran crecimiento de las ventas con destino a países de la Eurozona y un acusado descenso de exportaciones a China y Rusia.

Uno de los medidores más importantes de la salud económica de cualquier territorio, y sobre todo en tiempos de complicaciones, es el del empleo. En este sentido, la última Encuesta de Población en Relación a la Actividad (PRA), elaborada por el Eustat, deja un porcentaje de desempleo del 7,9%, la primera vez en trece años que está por debajo del 8%. En el último años, casi 10.000 vascos han encontrado empleo. Se advierte una ralentización en el crecimiento del empleo, pero las previsiones de gobiernos e instituciones descartan que en los próximos meses el mercado laboral se vea especialmente afectado. Euskadi cuenta con 975.890 cotizantes después de sumar 6.596 en septiembre.

Producción industrial

El sector industrial constituye la principal fortaleza económica de Euskadi. El crecimiento acumulado durante los ocho primeros meses del año 2022 se situó en un 6,7% en comparación con el mismo período del año anterior, según los datos publicados por Eustat. Los bienes de consumo y los productos energéticos suponen los dos recursos más importantes. 

PIB

El Producto Interior Bruto de la Euskadi ascendió en el tercer trimestre del año un 3,9% en tasa interanual, según las estimaciones del Avance de Cuentas Trimestrales realizadas por Eustat. No obstante, respecto al trimestre anterior el crecimiento fue de apenas un 0,2%. La desaceleración ya se constata, con la duda de como afectará a la CAV el parón de países como Alemania y Francia, del que sus dirigentes llevan advirtiendo semanas.