Después de que la vicepresidenta, Yolanda Díaz, mantuviera la reunión con las patronales de distribución y estas dieran la espalda a su propuesta, la cooperativa vasca Eroski quiso destacar que están realizando un “gran esfuerzo” por contener los precios de venta al público, tal y como asegura su responsable de Comunicación, Kristian Prieto. Estos esfuerzos se están materializando en iniciativas promocionales que se han visto multiplicadas especialmente en el último trimestre, aunque Prieto recuerda que el margen de beneficios de la distribución es “estrecho” y que eso no deja “mucho lugar para la maniobra”.

Prieto asegura que Eroski es “muy consciente” de la alta inflación que ocasiona una realidad compleja y de aprieto para los consumidores y, por eso, Eroski ha “redoblado” sus “esfuerzos promocionales” y ha llevado a cabo diferentes promociones entre las cuales el responsable de Comunicación cita las de “3x2”, “segunda unidad al 70%” o los “días sin IVA”. Además, Eroski ya comenzó con una campaña promocional de oferta de una “cesta económica compuesta por 800 productos” entre los que –esta vez sí– se incluyen alimentos frescos. “Es importante recalcar esto, porque son 800 productos, entre los que se incluyen también los productos frescos, con los que una familia-tipo puede configurar su cesta de la compra. Son productos que están al mejor precio y es una muestra más del intento de ayudar a los consumidores por parte de Eroski”, asegura Prieto.

“Lo cierto es que estamos haciendo un gran esfuerzo intentando ayudar a nuestros consumidores, y estamos intentando contener los precios ante esta subida”, dice el responsable de Comunicación de Eroski. Pero los esfuerzos promocionales juegan en contra de lo que Prieto considera un “margen de beneficios estrecho” que no deja “mucho lugar para la maniobra”. Según él, el sector de la distribución padece una “ultracompetitividad” por lo que la mayoría de distribuidoras tienen que ajustar “mucho” los precios para atraer clientes y ser “muy activos” en las actividades promocionales.

Asimismo, Prieto destaca que la inflación no es buena para nadie y que Eroski también ha notado la presión por parte de los productores. “Hay que recordar que esto es una cadena de valor, que empieza en el productor y termina en el cliente por medio del distribuidor. Evidentemente, cuando los costes de materias primas se elevan, y los costes energéticos también, el productor se ve en la necesidad de elevar su precio de venta, y nosotros, que somos parte de esta cadena de valor, tenemos que comprar más caro ese producto”, matiza Prieto. Sin embargo, también asume que no puede repercutir “la totalidad del precio en el consumidor” y que es una situación en la que la cooperativa tiene que “hacer un esfuerzo”.