- Es la actividad productiva menos visible, pero el sector primario es probablemente el que mayor impacto está recibiendo por todas las circunstancias que rodean en estos momentos a la economía. La subida de precios de materias básicas marca el paso de las explotaciones y medidas como el descuento temporal de 20 céntimos en los combustibles están teniendo un efecto limitado.

Por este motivo, el Gobierno Vasco ha habilitado una línea de subvenciones extraordinarias, dotada con 10 millones de euros, para apoyar la rentabilidad de las explotaciones agrarias y ganaderas de Euskadi. Se trata, en definitiva, de compensar el aumento de costes productivos por la subida del coste del gasóleo y de otras materias.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, realizó este anuncio ayer durante su visita a la cooperativa ovina Oihan Txiki, situada en Orexa. Acompañada por el viceconsejero Bittor Oroz, la consejera acudió a esta explotación con motivo de la festividad de San Isidro.

Muy lejos del conflicto bélico y también relativamente apartada del ruido que se generó durante la huelga de transportistas de hace una semanas, Oihan Txiki, como el resto del sector, está viéndose afectada por los efectos de ambas cuestiones.

El contexto es complejo y Tapia explicó que su departamento responde con estas ayudas extraordinarias a “las dificultades que experimenta el sector” como consecuencia de “la guerra en Ucrania y los conflictos en el transporte”.

Según precisó, la mayoría de las subvenciones se destinarán a explotaciones agrarias, por ser la mayoría de las existentes en Euskadi, con 11.249 de este tipo de un total de 15.487 censadas.

Cerca de 5.000 personas se dedican profesionalmente a la actividad agropecuaria en el País Vasco, un sector que “no es excesivamente amplio”, reconoció la consejera, pero que es preciso “mantener y asegurar” para el futuro. En esta línea, destacó que las explotaciones familiares son “la base del sistema agrario vasco” y constituyen “un modelo sostenible” que es “respetuoso con el medio ambiente”, provee “productos de calidad” a los ciudadanos y “contribuye a mantener la cultura gastronómica”.

La agricultura y ganadería “familiar” es “imprescindible”, recalcó Tapia. Por un lado apuestan por un modelo “extensivo”, alejado del de las polémicas macrogranjas. Además, también contribuyen a “cuidar” tanto los montes y prados como “el bienestar animal”. Sin embargo, “el gran reto” que afrontan actualmente los profesionales vascos del sector primario es “poder trasladar los costes de producción al precio de venta al público”, algo que “no es sencillo”, advirtió la consejera. A renglón seguido Tapia señaló que las nuevas subvenciones del Gobierno Vasco buscan precisamente “garantizar la rentabilidad de las explotaciones”.

Más allá de las ayudas públicas y de la dedicación de los agricultores y ganaderos vascos, el éxito del modelo “pasa por el compromiso de los consumidores” vascos, por que pongan “especial énfasis” en comprar productos locales.

La consejera reafirmó del mismo modo la importancia de “la participación de las mujeres en igualdad de condiciones en todas las áreas del sector primario y del mundo rural”, e informó de que durante 2022 el ejecutivo autónomo destinará 60.000 euros a impulsarla. l

l Exportaciones rusas. El viceconsejero vasco de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, advirtió ayer del problema que se puede generar “a corto y medio plazo” con los fertilizantes”, ya que el 20% son exportados por Rusia. “Estamos haciendo un plan de contingencia para ver cómo podemos hacer frente a esto y cómo podemos tener un acceso a fertilización alternativa”, sostuvo.

l Asegurar el suministro. En una entrevista en Radio Euskadi, Oroz analizó la situación del sector como consecuencia de la guerra y la subida del combustible. Así, destacó que el eje de actuación del Ejecutivo vasco pasa por “asegurar el suministro de materias primas para contar con alimentación para los animales”. Uno de los principales problemas generados por la guerra de Ucrania es “el acceso directo a las materias primas para producir piensos”.